Thierry Breton, comisario de Industria de la Unión Europea, confirma investigaciones en curso sobre tres plataformas tecnológicas para evaluar sus políticas de moderación de contenido, en un contexto de creciente contenido dañino y desinformación.

El entorno digital de la Unión Europea (UE) está experimentando un cambio significativo a medida que las autoridades intensifican su vigilancia sobre las grandes plataformas tecnológicas. Thierry Breton, el jefe de la industria de la UE, ha anunciado investigaciones en curso sobre tres de estas plataformas en relación con sus políticas de moderación de contenido. Sorprendentemente, una de las empresas bajo el escrutinio es X, propiedad de Elon Musk, el magnate de la tecnología.

El anuncio llega en un momento en el que los gigantes tecnológicos se enfrentan a un aumento en el escrutinio debido a la proliferación de contenido dañino y desinformación. Este foco de atención se ha intensificado especialmente tras el reciente ataque de Hamás a Israel, que ha llevado a una avalancha de información errónea en varias plataformas.

Breton hizo estas declaraciones en el marco de la Ley de Servicios Digitales de la UE, una normativa integral que exige a las grandes plataformas tecnológicas y motores de búsqueda hacer más para combatir el contenido ilegal y garantizar la seguridad pública. La ley también tiene como objetivo proteger a los usuarios de tácticas manipuladoras que podrían socavar la integridad de los servicios en línea.

Durante una entrevista con France Inter, Breton no ofreció detalles sobre cuáles son las otras dos plataformas tecnológicas que están siendo investigadas, pero hizo un comentario impactante: «El juez posiblemente pueda prohibirlos temporalmente si las cosas no van bien».

Este anuncio podría marcar un punto de inflexión en cómo la UE aborda la autorregulación en la industria tecnológica, enviando una señal clara de que la autoridades están dispuestas a tomar medidas drásticas si las empresas no cumplen con las normativas en vigor. Aunque las implicaciones completas de estas investigaciones aún están por verse, es innegable que estamos en un momento crítico para la relación entre las grandes tecnológicas y los organismos reguladores.