
Un ejecutivo de Silicon Valley dirige SEIDA, un startup chino que aspira a liderar el diseño de microchips. La empresa, respaldada por SMIC, desafía los esfuerzos de EE.UU. para limitar el acceso de China a herramientas clave de diseño de microchips.
En un movimiento que desafía la política de Estados Unidos de restringir el acceso de China a tecnologías sensibles, Liguo «Recoo» Zhang, un experimentado ejecutivo de software de Silicon Valley, ha asumido el liderazgo de SEIDA, un startup chino. SEIDA se centra en la venta de un software de diseño de microchips, conocido como OPC, que es crucial en el diseño de chips avanzados y está predominantemente disponible solo a través de unas pocas grandes compañías occidentales.
Zhang, quien previamente trabajó en Siemens EDA, una unidad estadounidense del gigante industrial alemán Siemens AG, ha llevado a SEIDA a planear la venta en China de esta tecnología esencial. En una presentación de 2022 para inversores, SEIDA describió el OPC como una «tecnología indispensable» y anunció su intención de ofrecerla para principios de 2024. La versión china del producto, según SEIDA, rompería el monopolio extranjero y ayudaría a China a ser autosuficiente en tecnología de chips. El objetivo final de SEIDA es «convertirse en el líder mundial de OPC».
La historia de SEIDA ilustra los desafíos que enfrenta Occidente para frenar el desarrollo chino de tecnología avanzada de microchips. A pesar de los esfuerzos de Washington para ralentizar la adquisición de tecnología de chips por parte de China, Beijing está acelerando el desarrollo doméstico, atrayendo a expertos expatriados para que regresen y superen su retraso en el sector.
Funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por la capacidad de China para emplear chips avanzados y los potentes procesadores que habilitan, en su ejército en rápido crecimiento. Matthew Axelrod, secretario asistente de comercio de EE.UU. para la aplicación de exportaciones, destacó en una audiencia del Congreso este mes la importancia central de los controles de exportación para la seguridad nacional de EE.UU.
Sin embargo, expertos de la industria señalan que, si bien las reglas de exportación pueden retrasar el progreso de Beijing, es poco probable que obstaculicen el desarrollo de tecnología de chips por parte de China. Michael Bruck, exgerente general en China de Intel Corp, sugirió que esto solo impulsará a China a ser más independiente.
Entre los retos de China para crear chips más avanzados está el acceso a herramientas de EDA, como el software OPC promocionado por SEIDA. La producción de los chips y circuitos más rápidos y capaces involucra el diseño y la impresión de miles de millones de transistores cada vez más pequeños, y EDA ayuda a diseñar, verificar y simular cómo se desempeñarán estos circuitos bajo condiciones reales.
A pesar de los controles de exportación de EE.UU., China está avanzando en este campo. Un ejemplo notable es la introducción por parte de Huawei, en agosto, de un nuevo smartphone 5G con un sofisticado chip de siete nanómetros fabricado por SMIC. Este lanzamiento, que coincidió con la visita a China de la Secretaria de Comercio de EE.UU., Gina Raimondo, se anunció con gran fanfarria. El Departamento de Comercio de EE.UU. posteriormente declaró que estaba investigando si las dos empresas habían dependido de tecnologías estadounidenses restringidas para desarrollar el chip.
En resumen, la historia de SEIDA es un microcosmos de la lucha tecnológica más amplia entre EE.UU. y China, destacando tanto los desafíos que enfrenta Occidente para controlar el avance tecnológico de China como la determinación de Beijing por alcanzar
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Categorías:Hardware & Software, Noticias


