La sonda espacial más distante recupera su capacidad de enviar datos científicos tras un fallo técnico.

La venerable sonda espacial Voyager 1 de la NASA, que se encuentra a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, ha vuelto a funcionar completamente después de casi siete meses de dificultades técnicas. Desde noviembre de 2023, la nave espacial había estado enviando datos ilegibles, lo que desconcertó a los ingenieros de la NASA.
Tras un análisis exhaustivo, el equipo determinó que la causa del problema era una memoria dañada en el ordenador del subsistema de datos de vuelo (FDS) de la sonda. A pesar de la distancia y la complejidad del problema, los ingenieros lograron implementar una solución alternativa que ha permitido a la Voyager 1 recuperar su capacidad de enviar datos científicos legibles.

«Es un gran alivio que la Voyager 1 haya vuelto a funcionar», declaró Suzanne Dodd, responsable de la misión Voyager en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. «Esta nave espacial es un tesoro nacional y ha realizado contribuciones invaluables a nuestra comprensión del sistema solar y el espacio interestelar».

Un regreso histórico para una nave espacial legendaria.

Lanzada en 1977, la Voyager 1 es la nave espacial más alejada de la Tierra. Ha explorado el espacio interestelar desde 2012, enviando datos sin precedentes sobre este entorno desconocido y misterioso. El hecho de que una nave espacial tan antigua y distante haya podido superar un problema técnico tan complejo es un testimonio de la ingeniería y la dedicación del equipo de la NASA.

Con la Voyager 1 de nuevo en pleno funcionamiento, los científicos pueden seguir estudiando el espacio interestelar con un nivel de detalle sin precedentes. Los datos de la sonda espacial proporcionarán información crucial sobre la formación y evolución del sistema solar, así como sobre la naturaleza de la materia y la energía en el espacio interestelar.

El regreso de la Voyager 1 es un recordatorio de los logros de la exploración espacial y de la capacidad humana para superar desafíos aparentemente insuperables. A medida que continuamos explorando el cosmos, las sondas espaciales como la Voyager 1 seguirán ampliando nuestra comprensión del universo y nuestro lugar en él.