Cuidado con mirar atrás sin cambiar la perspectiva.

Pasado.
Si echamos la vista atrás a la antigüedad, da igual si revisamos la Edad de Piedra, la Edad Media o incluso hasta mediados del siglo XX. No tenemos problema en entender que entonces las cosas eran diferentes. Quizás porque en ese momento no habíamos nacido y nosotros no fuimos parte de aquel mundo. Pertenece a un pasado en el que nosotros no podíamos haber cambiado nada, y por eso es más fácil ser indulgentes con nuestros ancestros.
Podíamos ampararnos en que la sociedad no había logrado evolucionar lo suficiente como para entender que las mujeres son iguales en derechos a los hombres, que cualquier ser humano merece el mismo respeto, independientemente de su credo o su orientación sexual, o que todos los animales deben ser protegidos y que hay que desterrar por completo su tortura como medio de entretenimiento.
[…]
Puedes leer esta Newsletter al completo y suscribirte gratis para recibir las siguientes desde aquí.
Categorías:Newsletter