China se encuentra en una frenética carrera por alcanzar a los gigantes tecnológicos estadounidenses en la creciente industria de la inteligencia artificial (IA). Inspirados por el éxito de ChatGPT y el avance de la tecnología en este campo, los líderes del sector tecnológico chino están determinados a competir y superar a empresas como Google y Microsoft Corp.

Una notable ambición ha surgido entre los empresarios multimillonarios, los ingenieros de nivel medio y los veteranos de empresas extranjeras: superar a su rival geopolítico en una tecnología que podría tener un impacto significativo en el poder global. Uno de los ejemplos destacados es el magnate de Internet Wang Xiaochuan, quien ingresó al campo de la IA después del revuelo generado por ChatGPT de OpenAI en las redes sociales en noviembre pasado.

Wang Xiaochuan se une a una creciente comunidad de científicos, programadores y financieros chinos que han puesto su mirada en la IA. Entre ellos se encuentran antiguos empleados de empresas como ByteDance Ltd., la plataforma de comercio electrónico JD.com Inc. y Google. Se estima que este grupo de expertos chinos destinará alrededor de 15 mil millones de dólares este año para impulsar la tecnología de inteligencia artificial en el país.

La estrategia de China es clara: atraer a talentos excepcionales y promover una inversión masiva en el desarrollo de la IA. El objetivo es cerrar la brecha con los líderes mundiales en este campo y establecer una posición dominante en la industria. El impulso de China en la IA no solo tiene implicaciones tecnológicas, sino también geopolíticas, ya que el dominio en esta área podría influir en las apuestas de poder a nivel mundial.

A medida que China avanza en esta emocionante carrera, la comunidad global de la inteligencia artificial está atenta a los avances y las estrategias adoptadas por el país. La competencia entre China y Estados Unidos en el campo de la IA sin duda acelerará el ritmo de la innovación y abrirá nuevas posibilidades en el ámbito tecnológico.