Lenovo, el mayor fabricante de PC del mundo con sede en China, ha informado de una disminución del 24% en los ingresos del primer trimestre, correspondiente a abril a junio, una cifra peor de lo esperado. Esta caída en los ingresos se atribuye principalmente a la prolongada baja demanda global de ordenadores personales.

La compañía ha enfrentado cuatro trimestres consecutivos de descensos en las ventas y había reportado previamente una disminución del 14% en las ganancias anuales durante el año fiscal que finalizó en marzo, marcando su primera caída anual desde 2019. En el trimestre mencionado, los ingresos cayeron a $12.900 millones, por debajo del promedio de $14.840 millones pronosticado por siete analistas encuestados por Refinitiv.

La noticia resultó en una caída inicial del 6% en las acciones de Lenovo en la bolsa de Hong Kong, pero posteriormente se recuperaron ligeramente para caer un 2.9%, mientras que el índice de referencia del mercado ganó un 0.9%.

A pesar de que la pandemia inicialmente impulsó la demanda de productos electrónicos debido al trabajo y la educación a distancia, la demanda comenzó a declinar a medida que aumentaron las tasas de interés y la inflación. Los envíos globales de PC cayeron un 12% en el segundo trimestre del año, según datos de la firma de investigación Canalys.

El CEO de Lenovo, Yang Yuanqing, mencionó en un comunicado que el negocio de PC del grupo está en proceso de estabilización y se encuentra en una posición favorable para una recuperación interanual en la segunda mitad del 2023. Sin embargo, las ventas de Lenovo en China disminuyeron más abruptamente que en otros mercados, con una caída del 29% en los ingresos trimestrales.

En un intento por mejorar los márgenes de beneficio, Lenovo ha estado diversificando sus negocios hacia áreas no relacionadas con PC, como servidores y servicios de tecnología de la información (TI). No obstante, su negocio de dispositivos, que incluye PC, smartphones y tablets, sigue siendo responsable de casi el 80% de los ingresos del grupo.

La división de soluciones de infraestructura de Lenovo, que incluye servidores y otros equipos, sufrió una sorprendente caída del 8% en los ingresos, su primera disminución trimestral en mucho tiempo, lo cual fue atribuido en parte a la continua escasez de chips de inteligencia artificial (IA).

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