La startup Lapse transforma smartphones en cámaras analógicas, capturando la esencia de la fotografía tradicional. Con una reciente inyección de 30 millones de dólares, busca expandir su impacto y explorar nuevas fronteras digitales.

En un mundo dominado por la tecnología digital, donde las cámaras de alta resolución en nuestros teléfonos nos permiten capturar, editar y compartir instantáneamente, una startup llamada Lapse está apostando por el encanto nostálgico de la fotografía analógica. Lapse ha desarrollado una aplicación que convierte cualquier smartphone en una cámara de la «vieja escuela», obligando a los usuarios a esperar para ver sus fotos «desarrolladas» y eliminando la opción de editarlas antes de compartir, si así lo desean, con un círculo íntimo de amigos.

Esta propuesta única ha capturado la imaginación de millones, con Lapse reportando un impresionante volumen de 100 millones de fotos capturadas cada mes y manteniendo una posición constante entre las 10 aplicaciones fotográficas más populares en la tienda de aplicaciones de EE.UU. La reciente ronda de financiación de 30 millones de dólares, co-liderada por Greylock y DST Global Partners, con participación de inversores anteriores como GV, Octopus Ventures y Speedinvest, es un testimonio del potencial que ven en Lapse. Este nuevo capital eleva la inversión total de la compañía a más de 42 millones de dólares, valorándola en aproximadamente 150 millones de dólares.

Con este impulso financiero, Lapse planea enriquecer la experiencia fotográfica detrás de escena, introduciendo más características que realcen el proceso de captura sin editar y expandiéndose hacia el ámbito del video. A diferencia de muchas aplicaciones sociales que dependen de la publicidad como modelo de monetización, Lapse busca trazar un camino diferente. Dan Silvertown, CEO y cofundador, expresó en una entrevista su intención de explorar opciones de monetización que se alejen de los métodos convencionales, manteniendo intacta la filosofía original de la empresa.

La génesis de Lapse se remonta a la experiencia personal de Ben Silvertown, cofundador, quien, durante un viaje por Asia, se sintió atrapado por la constante necesidad de interactuar con su teléfono en lugar de disfrutar del momento. Esta reflexión llevó a los hermanos Silvertown a idear una solución que recreara la libertad y la simplicidad de la fotografía analógica, permitiendo a los usuarios vivir el momento presente sin la presión de las redes sociales.

Lapse no solo busca revivir la nostalgia de la fotografía tradicional sino también repensar nuestra relación con la tecnología y las redes sociales, promoviendo una experiencia más auténtica y consciente. Con una base sólida de usuarios y el respaldo de inversores de renombre, Lapse está en camino de definir un nuevo paradigma en el mundo de la fotografía digital, fusionando lo mejor de ambos mundos: la magia de la fotografía analógica y la conveniencia de la tecnología moderna.