Google ha accedido a eliminar miles de millones de registros de datos de navegación privada para resolver una demanda que cuestionaba sus prácticas de seguimiento en línea.

El acuerdo, presentado ante el tribunal federal de Oakland, California, marca un importante punto de inflexión en la lucha por los derechos de privacidad del consumidor.

La demanda, iniciada en 2020, involucra a millones de usuarios de Google que emplearon la función de navegación privada desde junio de 2016, acusando a la empresa de rastrear sus actividades en internet sin consentimiento. Según los términos del acuerdo, aún pendientes de aprobación por la jueza Yvonne González Rogers, Google se compromete a una serie de medidas significativas pero evita el pago de daños y perjuicios directos. No obstante, los usuarios afectados mantienen el derecho de demandar individualmente a la empresa.

Como parte del acuerdo, valorado entre 5.000 y 7.800 millones de dólares, Google se compromete a actualizar sus divulgaciones sobre la recopilación de datos en modo de navegación privada y a permitir que los usuarios de Incognito bloqueen las cookies de terceros durante cinco años. Estos cambios, diseñados para minimizar la recolección de datos y el beneficio económico de Google a partir de ellos, representan un paso adelante hacia una mayor transparencia y respeto por la privacidad del usuario.

El portavoz de Google, José Castañeda, ha manifestado su satisfacción por el acuerdo, reiterando que la empresa nunca asoció datos con usuarios en modo incógnito. Mientras tanto, David Boies, abogado de los demandantes, celebra el acuerdo como un avance histórico en la exigencia de honestidad y responsabilidad a las grandes tecnológicas. Aunque los detalles financieros específicos, incluidos los honorarios legales, aún están por determinarse, el acuerdo evita un juicio que estaba programado para febrero de 2024.

Este acuerdo no solo resalta la creciente preocupación por la privacidad digital sino que también establece un precedente en la responsabilidad de las grandes tecnológicas respecto al manejo de datos personales. Con este paso, Google no solo modifica su enfoque de la navegación privada sino que también señala un cambio potencial en la industria hacia prácticas más éticas y transparentes en la gestión de datos de usuario.