Forzados a abrir su tienda digital, Apple permitirá a las aplicaciones de streaming de música enlazar a sus propios sitios web para compras en Europa. La medida busca cumplir con las normativas de la Unión Europea.

Apple ha anunciado cambios significativos en su App Store para el Espacio Económico Europeo, permitiendo a las aplicaciones de transmisión de música como Spotify informar a los usuarios sobre formas alternativas de adquirir sus servicios digitales. Este movimiento se produce tras una multa de 1.84 mil millones de euros impuesta por la Unión Europea al gigante tecnológico, acusándolo de limitar la competencia a través de restricciones en su tienda de aplicaciones.

La Comisión Europea había declarado en marzo que las prácticas de Apple imponían condiciones comerciales injustas, exigiendo a la empresa que cesara tales acciones. La queja inicial de Spotify en 2019 desencadenó una investigación que culminó en la acusación de Apple el año pasado por obstruir a Spotify y otras empresas al impedirles comunicar a los usuarios opciones de pago fuera de la App Store.

Bajo las nuevas medidas, Apple permitirá que los desarrolladores de aplicaciones de música inviten a los usuarios a suscribirse o comprar contenido fuera de la App Store, ofreciendo «aún más» flexibilidad a los servicios de streaming. Esta apertura representa un cambio significativo en la política de Apple, ofreciendo a los consumidores europeos una mayor libertad de elección y acceso a servicios de música digital.

Sin embargo, Apple destacó que la decisión de la Comisión no afecta su derecho a cobrar comisiones por el uso de sus herramientas y servicios, manteniendo una postura firme sobre su modelo de negocio. La medida ha sido vista como un paso hacia la conformidad con las regulaciones de la UE, mientras se mantiene la integridad de su ecosistema de aplicaciones.

Spotify, que domina con un 56% del mercado de streaming de música en Europa, aún no ha respondido a la iniciativa de Apple. Con estos cambios, Apple busca no solo ajustarse a las normativas europeas, sino también mejorar la experiencia de usuario y la competitividad en un mercado digital cada vez más regulado.