La administración Biden planea imponer restricciones a la exportación de modelos de IA avanzados a China, destacando preocupaciones de seguridad nacional.

En un esfuerzo por salvaguardar la tecnología estadounidense de inteligencia artificial (IA) y prevenir su uso en aplicaciones militares por parte de China, la administración de Biden está preparando un plan para imponer barreras alrededor de los modelos de IA más avanzados. Este movimiento podría marcar un nuevo capítulo en las tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China.

Nuevas regulaciones en desarrollo: según fuentes familiarizadas con el asunto, el Departamento de Comercio de EE. UU. está considerando un nuevo impulso regulatorio que limitaría la exportación de modelos de IA propietarios o de código cerrado. Este tipo de software, y los datos en los que se entrena, se mantienen generalmente en secreto para evitar su replicación o uso indebido. Las nuevas medidas buscarían complementar las restricciones ya impuestas sobre la exportación de chips de IA avanzados a China, que han estado en vigor durante los últimos dos años.

Impacto potencial de la IA en la seguridad nacional: los modelos de IA, que procesan grandes cantidades de texto e imágenes para resumir información y generar contenido, podrían ser utilizados por actores adversos para llevar a cabo ciberataques o incluso desarrollar armas biológicas potentes. Esta preocupación ha llevado a los expertos a buscar maneras de controlar el flujo de estas tecnologías críticas hacia el extranjero.

Mecanismos propuestos para la restricción: una posible medida sería utilizar un umbral de potencia computacional necesario para entrenar un modelo de IA, establecido en una orden ejecutiva emitida en octubre pasado. Al alcanzar este nivel, los desarrolladores tendrían que informar sus planes de desarrollo de IA y proporcionar los resultados de las pruebas al Departamento de Comercio. Este umbral podría servir para determinar qué modelos estarían sujetos a restricciones de exportación.

Desafíos en la regulación de la IA: a pesar de las intenciones, regular los modelos de IA presenta desafíos significativos debido a la rápida evolución de la tecnología y la naturaleza abierta de muchos modelos. Controlar los modelos de IA patentados y avanzados será especialmente difícil, ya que los reguladores tendrán que definir con precisión qué criterios usar para determinar qué modelos deberían estar controlados.

Perspectivas de implementación: el Departamento de Comercio aún está lejos de finalizar una propuesta de regulación, y el proceso para establecer controles efectivos sobre los modelos de IA es complejo y lleno de desafíos. Sin embargo, el reconocimiento de la necesidad de tales medidas indica un esfuerzo serio por parte del gobierno de EE. UU. para cerrar brechas en la protección de su tecnología de IA frente a las ambiciones de Beijing.

Este esfuerzo regulatorio subraya la creciente preocupación en Washington sobre los peligros de la IA sofisticada y la competencia tecnológica con China, destacando la IA como un punto crítico en la estrategia de seguridad nacional.