El fabricante de chips Texas Instruments ha asegurado hasta 1.600 millones de dólares en fondos del Departamento de Comercio de Estados Unidos para la construcción de tres nuevas plantas, en un esfuerzo por fortalecer la producción nacional de semiconductores.

Texas Instruments, uno de los principales fabricantes de chips a nivel mundial, ha anunciado que recibirá hasta 1.600 millones de dólares en financiación del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Estos fondos, otorgados en el marco de la Ley CHIPS y Ciencia de 2022, se destinarán a la construcción de dos nuevas fábricas en Texas y una en Utah, como parte de un ambicioso plan de la empresa para aumentar su capacidad de producción nacional.

La Ley CHIPS, diseñada para reducir la dependencia de Estados Unidos de los semiconductores fabricados en Taiwán, incluye un paquete de 52.700 millones de dólares para subsidiar la producción y la investigación de chips en suelo estadounidense. Texas Instruments es la última empresa en beneficiarse de esta iniciativa, sumándose a otros gigantes del sector como Intel y Micron Technology, que también han recibido significativos subsidios.

Además de los 1.600 millones de dólares, Texas Instruments espera obtener entre 6.000 y 8.000 millones de dólares en créditos fiscales a la inversión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, así como 10 millones de dólares adicionales para el desarrollo de la fuerza laboral. Estos fondos permitirán a la compañía avanzar en su objetivo de aumentar su capacidad de fabricación interna a más del 95% para 2030, asegurando una cadena de suministro más resiliente y menos dependiente de factores geopolíticos.

Haviv Ilan, CEO de Texas Instruments, destacó la importancia de este proyecto en la estrategia a largo plazo de la empresa, que planea invertir más de 18.000 millones de dólares hasta 2029 en estas nuevas instalaciones. Se espera que estas plantas creen 2.000 nuevos empleos en el sector manufacturero, fortaleciendo aún más la industria de semiconductores en Estados Unidos.

Este impulso en la producción llega en un momento en que la demanda de chips, utilizados en dispositivos como teléfonos inteligentes y automóviles, está en auge. Texas Instruments, conocida por sus procesadores analógicos e integrados, ha visto un aumento en la demanda de sus productos, reflejado en sus recientes resultados financieros, que superaron las expectativas del mercado.

La construcción de estas nuevas instalaciones no solo refuerza la posición de Texas Instruments en el mercado global de semiconductores, sino que también subraya el esfuerzo continuo de Estados Unidos por recuperar el liderazgo en la fabricación de tecnología avanzada, especialmente en un contexto de crecientes tensiones con China, que también está invirtiendo significativamente en la producción de semiconductores.