Rob Williams, vicepresidente de software y servicios para dispositivos, anunció su salida de Amazon pocos días después del gran evento de presentación de productos. Su marcha supone un golpe para la unidad de hardware y para el exclusivo equipo S que asesora directamente al CEO Andy Jassy.

Amazon confirmó el jueves que Rob Williams dejará su cargo a finales de año, tras 12 años en la compañía y apenas días después del lanzamiento de nuevos dispositivos Echo, Fire TV y Kindle en Nueva York. Williams, considerado una de las figuras más influyentes en el desarrollo del ecosistema de software de la empresa, también formaba parte del “Equipo S”, un grupo reducido de 29 directivos con acceso directo al CEO Andy Jassy.

En un memorando interno revisado por Reuters, el vicepresidente sénior de dispositivos y servicios, Panos Panay, agradeció el trabajo de Williams, destacando su “gran impacto en el software y las experiencias de casi todos los productos” lanzados por la compañía. Williams, según el comunicado, se retirará de Amazon pero seguirá actuando como asesor hasta finales de 2025.

Reestructuración en la división de dispositivos

La salida de Williams llega acompañada de una reorganización interna en la división de dispositivos. Panay anunció que Tapas Roy, responsable del desarrollo de producto e ingeniería de Fire TV, asumirá el cargo vacante. Además, el equipo de Alexa Smart Vehicle será absorbido por el grupo principal de Alexa, en un intento de consolidar recursos y optimizar esfuerzos.

La unidad de hardware de Amazon, que lleva años operando con pérdidas, atraviesa una etapa de redefinición. A pesar de las recientes mejoras en sus productos —como los nuevos altavoces Echo y las cámaras con IA integrada—, la compañía sigue sin una ruta clara hacia la rentabilidad.

Un legado de innovación y una nueva era para Alexa

Williams había supervisado el desarrollo de Vega, el nuevo sistema operativo propietario que reemplazará a Android en los dispositivos Fire TV. En una publicación reciente en LinkedIn, calificó el proyecto como “un salto adelante en velocidad y eficiencia” y confirmó que su salida llevaba tiempo planificada.

Pese a los avances, Amazon enfrenta desafíos para revitalizar su asistente de voz Alexa, que ha perdido protagonismo frente a la competencia y cuyo rediseño con IA generativa aún no ha alcanzado los resultados esperados.

La marcha de un ejecutivo tan cercano al núcleo directivo y a la estrategia de innovación subraya los cambios profundos en la estructura de Amazon, que busca equilibrar el crecimiento tecnológico con la sostenibilidad económica de su negocio de dispositivos.