La decisión llega en plena tensión geopolítica y podría enviar una señal de alerta a compañías y entidades estadounidenses que operan con grandes tecnológicas chinas.
El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, confirmó que Pekín ha dado luz verde a la venta parcial de la app a un consorcio estadounidense. El movimiento allana el camino para resolver uno de los conflictos tecnológicos más tensos entre ambos países.
La ACEA alerta de una posible interrupción grave en la fabricación de vehículos si no se restablece el suministro de chips. La nacionalización de Nexperia por parte del gobierno holandés y las restricciones chinas de exportación agravan la tensión tecnológica entre Pekín, Washington y Europa.
La Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) advierte de una amenaza “inminente” vinculada a la explotación de vulnerabilidades en productos del fabricante F5. El ataque podría afectar a múltiples sectores, tanto públicos como privados, en todo el mundo.
La Comisión Federal de Comunicaciones endurece el control sobre dispositivos de fabricantes chinos como Huawei, ZTE o Hikvision por motivos de seguridad nacional. Las plataformas de comercio electrónico han eliminado millones de listados mientras Washington refuerza las restricciones tecnológicas frente a Pekín.
La tecnológica retiró ICEBlock y apps similares de su App Store. El Departamento de Justicia argumentó que ponían en riesgo a agentes federales.
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que declara lista la venta de las operaciones estadounidenses de TikTok a un consorcio de inversores locales e internacionales. La decisión busca resolver las exigencias de seguridad nacional fijadas por la ley de 2024 y mantener la popular aplicación de vídeos cortos disponible para los usuarios estadounidenses.
El presidente de EE. UU. menciona también a Larry Ellison y Michael Dell como posibles inversores. La Casa Blanca adelanta que la app tendría mayoría accionaria estadounidense y control local sobre su algoritmo.
La llamada entre ambos líderes abre la puerta a un acuerdo para mantener la aplicación en EE. UU. También trataron comercio, fentanilo y la guerra en Ucrania, en un contexto marcado por tensiones arancelarias.