
Hace unos pocos años se implementó una mejora en los móviles por lo que estos reducían la temperatura del color de la pantalla en las horas nocturnas. A esta mejora se la conoció como “modo noche” y consistía básicamente en pasar del color de iluminación de la pantalla del azul constante que tienen durante el día, a un amarillo más apagado para las horas en las que hay mayor oscuridad en el ambiente, como la noche. Se suponía que activando dicha mejora lográbamos que la luz de la pantalla no interfiriera tanto con nuestros futuros patrones del sueño. La idea era reducir el impacto que genera la luz de una pantalla muy brillante en nuestra preparación previa a dormir. Pero un nuevo estudio recientemente publicado ha encontrado evidencias de que puede producir justo de lo contrario.
El nuevo estudio que acaba de ser publicado en la revista Current Biology donde se dan los detalles sobre los resultados hallados por un equipo de investigadores liderado por el doctor Tim Brown. Este equipo ha trabajado únicamente con ratones, pero sus resultados son claros y concisos; la luz amarillenta resulta peor que la azulada para conciliar el sueño, justo lo contrario de lo que nos dicen los fabricantes de móviles.
Para poder entender este nuevo estudio es importante poner en contexto la situación a la que refieren sus conclusiones. Si bien los fabricantes de móviles implementaron la “mejora” del modo noche basados en un descubrimiento hecho hace más de 20 años, que implica a una proteína llamada melanospina. Dicha proteína sirve para detectar el brillo, puesto que es muy sensible a la luz con longitudes de onda corta. Todo este tiempo se ha pensado que a la melanospina le afectaba más la luz azulada, por lo que en este sentido el modo noche si tendría un claro efecto beneficioso sobre los usuarios. El problema es que las células que determinan el color en nuestra retina también juegan un papel importante en los patrones de sueño, y ahora se sabe que su comportamiento es exactamente el opuesto al que creíamos.
Según los resultados de este nuevo estudio, lo que realmente importa es la luminosidad de la pantalla, no su tonalidad. Pero si fijamos la luminosidad en un valor igual de bajo para ambas tonalidades, la luz cálida y amarillenta es mucho peor para el sueño que la azulada. La teoría que el doctor Brown y su equipo tienen para explicar esto es que en la naturaleza, las horas diurnas tienen una luz más cálida o amarilla. Mientras que en el ocaso y por la noche, sin embargo, la luz se vuelve más fría y azulada.
Quizás el mayor problema de este nuevo estudio es que solo ha sido probado en ratones, lo que hace que los efectos sobre los seres humanos puedan ser distintos y no nos afecte de igual manera. Pero esto no quita validez a los hechos, y sirve a su vez para sembrar dudas sobre los beneficios de los actuales modos nocturnos. Lo bueno es que si tenemos dudas sobre el beneficio del modo noche siempre podremos desactivarlo. Aunque también podemos probar a aplicar el principio básico de que, un menor brillo en horas y zonas con escasa luminosidad afectará positivamente en nuestra retina, independientemente de los tonos que tenga el móvil, esté en modo diurno o nocturno.
Categorías:Noticias
1 respuesta »