
La NASA celebró el éxito de la misión Double Asteroid Redirect Test (DART) desde el punto de vista de la defensa planetaria, ya que logró cambiar con éxito la órbita de un asteroide. No obstante, aún queda un emocionante aspecto científico por explorar, y es la tarea de desentrañar los secretos que estos escombros esconden sobre el propio asteroide.
La dificultad en esta tarea radica en la distancia al asteroide y en la escasa cantidad de luz reflejada por los escombros. Sin embargo, el equipo científico encargado de esta investigación ha dado un paso significativo al publicar un informe que analiza imágenes captadas por el Telescopio Espacial Hubble. A través de este análisis, han identificado docenas de rocas que originalmente habrían constituido tan solo el 0.1 por ciento de la masa del asteroide Dimorphos, que fue el objetivo de la misión DART.
Lo más sorprendente es que algunos de estos fragmentos de roca parecen estar en movimiento y podrían escapar de la gravedad del sistema de doble asteroide. Esto es crucial para comprender cómo el impacto de DART afectó la estructura y composición de Dimorphos.
La colisión entre la nave espacial DART y el asteroide provocó la liberación de polvo y escombros, lo que dificultó las primeras observaciones. Con el tiempo, sin embargo, las imágenes se aclararon lo suficiente para que el Hubble pudiera captar objetos más grandes que hubieran sido oscurecidos por el polvo. El equipo utilizó exposiciones largas y combinó múltiples imágenes para revelar aproximadamente 40 objetos móviles asociados con el sistema de Didymos/Dimorphos.
Estimaciones basadas en la cantidad de luz reflejada indican que estas rocas tienen entre 4 y 7 metros de ancho, con una masa conjunta que representa aproximadamente el 0.1 por ciento de la masa original de Dimorphos antes del impacto.
Este descubrimiento proporciona una valiosa perspectiva sobre la naturaleza y la composición de los asteroides. Además, nos brinda una visión más clara de cómo reaccionan estos cuerpos celestes a colisiones significativas. Aunque aún queda mucho por investigar y analizar, el equipo científico está emocionado por lo que estos escombros pueden revelar sobre la historia y evolución de los asteroides.
La misión DART continúa demostrando su importancia en la exploración espacial y en la búsqueda de estrategias para proteger la Tierra de potenciales impactos de asteroides. A medida que los científicos continúen estudiando el impacto y los escombros, seguramente se desvelarán más secretos sobre la formación y dinámica de estos misteriosos objetos celestes.
La comunidad científica espera ansiosamente las próximas revelaciones que esta misión puede ofrecer, mientras seguimos maravillándonos ante los misterios del universo que estamos desvelando paso a paso.
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