Educación & Ciencia

¿Las tecnologías digitales están corrompiendo la escuela?

Desde que el mundo es mundo, la tecnología ha estado presente en nuestro día a día. En el paleolítico inferior el Homo habilis empezó a utilizar herramientas de piedra: a partir de ahí, la humanidad no ha parado de generar nuevos objetos a base de los elementos que iba encontrando en su entorno más cercano. No debemos olvidar que la tecnología es todo aquello creado por el hombre, que no se puede encontrar por sí mismo en la naturaleza.

Esos elementos han supuesto un cambio en la manera en que hacemos las cosas, mejorando notablemente nuestra calidad de vida. Pero no todo ha sido de color de rosa. Toda innovación tecnológica ha tenido detractores. La época actual no iba a ser diferente y existe una corriente, cada vez más generalizada, dispuesta a achacar a los avances tecnológicos todos los males de esta sociedad. En el terreno educativo, el foco del debate se ha puesto en la siguiente pregunta dicotómica, a mi juicio, tendenciosa: ¿debemos usar los ordenadores en el aula?

Toda tecnología tiene implícitas unas ventajas y unos inconvenientes. En Educación, se traducen en ayudas y en riesgos para enseñar, para aprender y para la salud. No existe estudio que niegue rotundamente esa cuestión, ni lo habrá. Por lo tanto, la pregunta inicial no debiera ser esa. El debate no gira en usar o no usar tecnología digital en las aulas. 

Los avances tecnológicos vienen para quedarse

Los avances tecnológicos vienen para quedarse y posicionarnos a favor o en contra no aporta nada a la educación. Además, algunas personas lo plantean como un versus entre lo digital y lo analógico, una pelea en la que debe ganar una de las dos tecnologías. Olvidan que el libro de texto impreso también es una tecnología, sujeta a ventajas e inconvenientes, igual que esos ordenadores, pantallas, móviles y demás aparatos digitales que demonizan.

Vivimos tiempos convulsos, un periodo de grandes transformaciones sociales que influyen constantemente en las nuevas políticas educativas. Eso genera confusión, tanto en los docentes como en los estudiantes y las familias, respecto a la formación del ciudadano del siglo XXI que deseamos fomentar en nuestras escuelas. Sin embargo, la importancia de desarrollar la competencia digital en nuestro alumnado sigue siendo una constante inalterable.

En España, desde la promulgación de la Ley Orgánica de Educación en 2006 hasta la más reciente Ley Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de Educación en 2020, el foco de la formación en la etapa obligatoria ha sido promover un alumnado “multialfabetizado”.

Esa visión implica que, además de adquirir habilidades en lectoescritura, matemáticas y un conocimiento básico en áreas como idiomas, ciencias sociales, naturales, artísticas y culturales, los estudiantes deben ser capaces de enfrentarse a los retos de la sociedad de la información y la comunicación.

Puedes leer el artículo completo en The Conversation.


Descubre más desde TecnoAp21

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario