Los estudiantes encuentran formas ingeniosas de seguir utilizando la popular aplicación, a pesar de las preocupaciones sobre la seguridad de los datos.

Recientemente, las universidades públicas de Texas y más de treinta estados de EE. UU. emitieron prohibiciones contra el uso de TikTok en sus campus, citando preocupaciones sobre la seguridad de los datos y las supuestas conexiones de la aplicación con China. Para muchos estudiantes, esta noticia inicialmente generó preocupación y preguntas sobre el futuro de su experiencia en TikTok.

Eric Aaberg, un estudiante de UT Dallas con más de 10,000 seguidores en TikTok, temió que esta prohibición pudiera forzarlo a eliminar la aplicación y enfrentar posibles consecuencias si lo atrapaban utilizándola. Sin embargo, pronto descubrió que la prohibición solo se aplicaba a las redes proporcionadas por el campus, lo que significaba que TikTok seguía siendo accesible a través de otros medios.

Esta perspicacia llevó a una reacción generalizada de alivio entre los estudiantes afectados por las restricciones. Texas, al igual que otros estados, limita las prohibiciones de TikTok a entidades gubernamentales y redes Wi-Fi específicas, lo que permite a los estudiantes buscar soluciones creativas para sortear la prohibición.

A pesar de las tensiones geopolíticas y las batallas legales en curso relacionadas con TikTok, los estudiantes universitarios, que conforman el grupo demográfico más ávido de la aplicación, han demostrado una respuesta moderada a estas prohibiciones. En lugar de entrar en pánico, muchos estudiantes simplemente desactivan el Wi-Fi en sus dispositivos y utilizan datos móviles para acceder a TikTok. Esta práctica se ha convertido en una rutina diaria para muchos.

Thomas Pablo, estudiante de la Universidad de Oklahoma, relata cómo la prohibición de TikTok se anunció de manera repentina en su escuela, pero los estudiantes supieron de inmediato cómo sortearla apagando el Wi-Fi y utilizando datos móviles. Otros estudiantes han adoptado la misma estrategia, y algunos lo hacen varias veces al día.

A pesar de la comodidad de esta solución, los estudiantes no han visto una reacción generalizada o protestas contra la prohibición. Ana Renfroe, estudiante de Texas A&M, señala que algunos profesores todavía utilizan TikTok en clase, pero piden a los estudiantes que descarguen los videos en casa o los compartan en plataformas alternativas como Instagram Reels.

Ethan Walker, estudiante de la Universidad Estatal del Este de Tennessee, también ha adoptado la estrategia de apagar y encender el Wi-Fi para acceder a TikTok. A pesar de comprender las preocupaciones sobre la seguridad de datos, Walker considera que TikTok es una parte integral de la vida social en su campus y que salir de la aplicación no es una opción viable.

En general, los estudiantes universitarios han demostrado que, a pesar de las restricciones gubernamentales y las preocupaciones sobre la privacidad de los datos, están dispuestos a encontrar soluciones ingeniosas para continuar disfrutando de TikTok en sus vidas diarias.

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