Movilidad eléctrica

Un fallo a favor de Tesla en un caso de arbitraje podría sentar un precedente en la industria automovilística

Un magistrado federal de California ha decidido que un conjunto de propietarios de vehículos Tesla no tiene derecho a llevar a juicio sus alegaciones de publicidad engañosa sobre las funciones automatizadas de la compañía. En lugar de ello, deberán someterse a un proceso de arbitraje individual.

Implicaciones del fallo y repercusión en la industria.

La decisión del juez Haywood Gilliam no respalda la eficacia de los sistemas de asistencia al conductor de Tesla, como el piloto automático y la conducción autónoma completa (FSD). Más bien, el fallo se centra en los términos y condiciones acordados por los demandantes al adquirir sus vehículos Tesla. Según el magistrado, los demandantes tenían un plazo de 30 días para rechazar el arbitraje, opción que ninguno ejerció.

Este caso podría tener un efecto dominó en la industria automovilística, alentando a otros fabricantes a recurrir más al arbitraje forzoso, una práctica ya común en el sector tecnológico. Ryan Koppelman, socio del bufete de abogados Alston & Bird, señaló que el arbitraje es una táctica legal frecuentemente empleada por las empresas para eludir demandas colectivas e individuales.

Detalles del caso: alegaciones de publicidad engañosa

Un quinto demandante que decidió no participar en el arbitraje vio desestimadas sus reclamaciones por haber esperado demasiado tiempo para presentar la demanda. Además, el juez Gilliam rechazó la solicitud de los demandantes de medidas cautelares que habrían obligado a Tesla a modificar su publicidad y prácticas comerciales.

La demanda original sostenía que Tesla y su CEO, Elon Musk, habían exagerado las capacidades de sus sistemas de conducción autónoma, causando accidentes y costando miles de dólares a los propietarios. Briggs Matsko, uno de los demandantes, afirmó haber pagado 5.000 dólares adicionales por un Tesla Model X 2018 con un piloto automático mejorado, mientras que el FSD de Tesla tiene un costo adicional de 12.000 dólares.

Este caso no es el único que pone en tela de juicio la tecnología de conducción autónoma de Tesla. Varios organismos estatales y federales, incluidos el Departamento de Vehículos Motorizados de California y la Administración Nacional de Tráfico y Seguridad en Carreteras (NHTSA), están investigando las prácticas de la compañía en relación con su tecnología de piloto automático y FSD.

Con este fallo, Tesla evita, por el momento, enfrentar una demanda colectiva, pero la controversia en torno a sus sistemas de conducción autónoma está lejos de resolverse.


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