Movilidad eléctrica

Algunas empresas innovadoras están facilitando la valoración de las baterías en los vehículos eléctricos usados

La comercialización de vehículos eléctricos usados se ha topado con el desafío de evaluar la salud de las baterías, un aspecto crucial dado que impacta directamente en la valoración y funcionalidad del vehículo. Sin embargo, el panorama está cambiando con la irrupción de startups que están desarrollando tecnologías para evaluar el estado de las baterías de manera eficiente y rápida.

Altelium, una startup del Reino Unido, ha desarrollado una prueba de salud de la batería junto con un certificado que será lanzado en más de 7.000 concesionarios de automóviles en EE. UU. y más de 5.000 en el Reino Unido. Alex Johns, gerente de desarrollo de negocios de Altelium, enfatiza que un mercado de vehículos de segunda mano funcional es vital para el éxito del mercado de vehículos nuevos y, por ende, para la transición hacia la movilidad eléctrica.

La salud de la batería en un vehículo eléctrico es vital, ya que representa cerca del 40% del precio del vehículo nuevo. La forma en que se ha tratado la batería, como los hábitos de carga, puede influir significativamente en su degradación. Por ejemplo, la startup austriaca Aviloo ha descubierto que, tras 100.000 kilómetros recorridos, la salud de las baterías de diferentes vehículos eléctricos puede variar hasta en un 30%.

Estas diferencias en la salud de la batería pueden traducirse en una variación significativa en el rango de autonomía, lo que a su vez impacta en el valor del vehículo usado. Por lo tanto, tener una evaluación precisa de la salud de la batería es crucial tanto para vendedores como para compradores.

Las evaluaciones proporcionadas por los fabricantes a menudo son vistas como demasiado optimistas, lo que subraya la necesidad de pruebas independientes. La falta de visibilidad en la salud real de la batería ha tenido un impacto en los precios de los vehículos eléctricos usados, los cuales han experimentado una disminución en comparación con los vehículos de combustibles fósiles.

Empresas como Driverama en Alemania, utilizan tecnologías como la de Aviloo para evaluar la salud de las baterías de los vehículos eléctricos usados, excluyendo aquellos con una capacidad de batería por debajo del 80% o con defectos en la batería.

El aumento en la venta de vehículos eléctricos nuevos en Europa, con más de 1.2 millones de unidades vendidas en 2021, pronostica una inminente entrada de estos vehículos al mercado de segunda mano en 2024. Si no se logra establecer un sistema fiable de evaluación de la salud de las baterías, los precios de los vehículos eléctricos usados podrían continuar devaluándose, afectando así también al mercado de vehículos nuevos.

Startups como Altelium y Aviloo, junto con otras iniciativas como Battery Quick Check de TUV Rheinland y Twaice, están contribuyendo a crear un ecosistema que permita una transición más fluida hacia la movilidad eléctrica, proporcionando las herramientas necesarias para evaluar y valorar adecuadamente los vehículos eléctricos usados. Esta tendencia no solo beneficia a vendedores y compradores, sino que también fomenta una adopción más amplia de los vehículos eléctricos, un paso esencial hacia la mitigación del cambio climático.


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