Arranca el juicio antimonopolio entre Epic Games y Google, poniendo en juego el futuro de la distribución de aplicaciones en Android. La batalla legal podría redefinir las reglas del mercado de aplicaciones móviles.

El juicio por jurado entre Epic Games y Google, centrado en las reclamaciones antimonopolio sobre el sistema de pagos y las reglas del segundo, ha comenzado. El desacuerdo se originó en 2020 cuando Epic introdujo un «hotfix» en Fortnite que dirigía a los jugadores a comprar moneda virtual directamente, evitando la comisión del 30% que Google cobra a través de su sistema en todas las transacciones dentro del juego. Google eliminó Fortnite de Google Play Store, lo que llevó a Epic a responder con una demanda antimonopolio. Epic argumenta que el requisito de Google de que los desarrolladores utilicen el sistema de pago de Play Store para todas las transacciones es anticompetitivo y, aunque los usuarios de Android pueden instalar aplicaciones sin usar el mercado de Google (a diferencia de los usuarios de iOS), la dominancia de Google Play es tal que no es viable ni rentable hacerlo de otra manera

Este juicio promete ser un evento significativo, con figuras notables como Sundar Pichai, CEO de la empresa matriz de Google, Alphabet, y Tim Sweeney, CEO de Epic Games, esperados como testigos clave. Epic está también involucrado en una batalla legal simultánea contra Apple, que tiene similitudes con su disputa con Google. Sin embargo, el veredicto en el caso de Apple favoreció notablemente a esta última en nueve de los diez cargos presentados. La única victoria de Epic fue una sentencia que estipulaba que Apple debía cesar sus políticas anti-direccionamiento y permitir a los desarrolladores proporcionar enlaces directos para realizar compras.

Epic Games y Google comparten la perspectiva de que el resultado del juicio es de gran importancia para el destino de la tienda de aplicaciones de Google. Epic busca impugnar lo que ve como la dominancia de Google sobre las tiendas de aplicaciones y los mecanismos de pago de Android. El objetivo central de Epic es aliviar la carga financiera impuesta a los desarrolladores, un gasto que llaman el «Impuesto de Google», el cual puede reducir las ganancias de los desarrolladores o trasladarse a los consumidores. Por su parte, Google sostiene que si Epic prevalece en esta disputa legal, podría afectar la seguridad y la competitividad de los dispositivos Android. Argumentan que podría debilitar las protecciones fundamentales contra las aplicaciones cargadas lateralmente, introduciendo posibles riesgos de seguridad para los usuarios de Android.

Este enfrentamiento legal se convierte en un punto crucial con consecuencias de gran alcance, que abarcan no solo la seguridad de los dispositivos Android sino también el futuro de la distribución de aplicaciones y los sistemas de pago en el ecosistema móvil más amplio. El veredicto tendrá un impacto en la dinámica de la plataforma Android y podría moldear las reglas y regulaciones que gobiernan los mercados de aplicaciones digitales en la industria tecnológica.