La batalla entre wearables y smartphones se intensifica. Mientras algunos gigantes de la tecnología luchan por hacerse un hueco en el mercado de los wearables, la pregunta sigue siendo si estos dispositivos podrán alguna vez superar a los omnipresentes smartphones.

Los wearables, que incluyen principalmente relojes inteligentes y pulseras cuantificadoras, están experimentando un periodo de incertidumbre. Marcas como Fitbit ya se enfrentaron a dificultades que la hicieron ser absorbidas por Google. Por su parte Android Wear no ha presentado novedades significativas los últimos años. Incluso Pebble, tras ser adquirida por Fitbit, fue desmantelada. Samsung tampoco ha logrado un éxito rotundo con sus dispositivos Gear. Apple parece ser la única marca que ha logrado cierto éxito en este sector, aunque sus ventas no han alcanzado las expectativas previas​​.

A pesar de este panorama, aún hay esperanzas para el futuro de los wearables. La clave podría estar en la evolución de los interfaces de voz como Google Assistant, Alexa de Amazon, o Cortana de Microsoft, que están transformando la forma en que interactuamos con la tecnología. Si estos interfaces se imponen, la necesidad de mirar constantemente una pantalla podría disminuir, haciendo que los wearables sean más atractivos como dispositivos principales​​.

No obstante, la verdadera oportunidad para los wearables podría ser la de reemplazar completamente al smartphone. Aunque parezca difícil imaginar un dispositivo de muñeca sustituyendo al teléfono inteligente, los avances en procesadores y baterías, impulsados en parte por la industria de vehículos eléctricos, podrían hacerlo posible. Además, la comodidad de los wearables podría ser un factor decisivo, especialmente si logran integrarse con otros dispositivos como coches o sistemas de computación personal, transformándose así en el centro de nuestra interacción tecnológica​​.

Aunque los smartphones siguen siendo el dispositivo dominante, el potencial de los wearables no debe subestimarse. La integración de interfaces de voz y la mejora continua en hardware podrían posicionar a los wearables como una alternativa viable a los smartphones en el futuro. Sin embargo, la transición podría no ser rápida ni sencilla, y los smartphones probablemente seguirán siendo una parte esencial de nuestra vida cotidiana por ahora.

Mientras unos evolucionan, otros se estancan.

La evolución de los wearables desde 2017 hasta 2023 ha sido notable, especialmente en el ámbito de la salud y el bienestar. Los smartwatches modernos no solo han adoptado funciones típicas de los smartphones, como recibir llamadas y mensajes, sino que también han integrado avanzadas características de seguimiento de la salud. La monitorización continua del ritmo cardíaco, la detección de caídas, la medición de oxígeno en sangre y el seguimiento del sueño son solo algunas de las funciones que han convertido a los wearables en herramientas esenciales para el cuidado personal.

Además, la capacidad de estos dispositivos para integrar aplicaciones de bienestar y fitness ha reforzado su posición como asistentes de salud personalizados, ofreciendo a los usuarios una visión más amplia y profunda de su bienestar general. Esta transformación destaca la versatilidad y el potencial creciente de los wearables, no solo como complementos de los smartphones, sino como dispositivos independientes con un enfoque significativo en mejorar la calidad de vida.

En contraste con la innovación constante en el sector de los wearables, la industria de los smartphones ha experimentado un cierto estancamiento en los últimos años. Los avances tecnológicos en los smartphones han sido más incrementales que revolucionarios, centrándose principalmente en mejoras en la cámara, la duración de la batería y la calidad de la pantalla. Esta falta de avances diferenciales que cambien significativamente la vida cotidiana ha creado una sensación de saturación en el mercado.

Por otro lado, los wearables, aún en una fase temprana de su desarrollo, presentan un enorme potencial de crecimiento y mejora. Su capacidad para integrarse más profundamente en nuestras vidas mediante funciones relacionadas con la salud, el fitness y la personalización tecnológica, ofrece un camino prometedor para cambios sustanciales en nuestro estilo de vida y en nuestra relación con la tecnología. La flexibilidad y la innovación en este segmento sugieren que los wearables podrían eventualmente eclipsar a los smartphones en términos de impacto y utilidad en la vida diaria.