
Google anuncia medidas para almacenar datos de ubicación en dispositivos de usuarios, reduciendo la vigilancia. Este cambio promete más control y privacidad, limitando el acceso de la policía a datos sensibles.
Google ha dado un paso significativo para mejorar la privacidad de los usuarios, anunciando su intención de almacenar los datos de ubicación directamente en los dispositivos de los usuarios. Esta medida es una respuesta directa a las crecientes preocupaciones sobre las órdenes de geovalla, un método de vigilancia que ha sido utilizado ampliamente por las autoridades para acceder a los datos de ubicación almacenados por empresas como Google.
La práctica de las órdenes de geovalla ha sido objeto de debate y controversia. Estas órdenes permiten a las autoridades exigir a empresas tecnológicas como Google que proporcionen información sobre dispositivos específicos en una ubicación geográfica determinada en un momento concreto. A menudo, estas demandas incluyen datos de personas que no tienen relación con las investigaciones en curso, lo que plantea serias dudas sobre su legalidad y constitucionalidad.
La nueva política de Google representa un cambio significativo en la forma en que maneja los datos de ubicación, otorgando a los usuarios un mayor control sobre su información personal. Al almacenar los datos directamente en los dispositivos, Google dificulta que las autoridades accedan a esta información sin una orden de registro específica para cada dispositivo. Esta medida es un intento de Google de equilibrar las necesidades de privacidad de los usuarios con las solicitudes legales.
El anuncio de Google llega en un momento en que la preocupación por la privacidad de los datos está en su punto más alto. En los últimos años, el número de órdenes de geovalla ha aumentado drásticamente, lo que ha llevado a un escrutinio más intenso de estas prácticas. En 2019, se reveló que la policía utilizaba órdenes de geovalla para identificar a asistentes a protestas y otros eventos significativos. Esta revelación generó un debate público sobre el alcance y la ética de la vigilancia digital.
El impacto de esta medida en la industria tecnológica podría ser considerable. Google no es la única empresa afectada por las órdenes de geovalla; compañías como Microsoft y Yahoo también han recibido este tipo de solicitudes. El cambio de Google podría sentar un precedente para que otras empresas adopten enfoques similares en la gestión de datos de ubicación.
Aunque este cambio es un paso positivo hacia una mayor privacidad, la Electronic Frontier Foundation y otros defensores de la privacidad advierten que aún existen desafíos. Google aún tiene la capacidad de entregar datos personales a través de otras formas de solicitudes legales, como las órdenes de «palabra clave inversa». Además, Google todavía posee vastos bancos de datos históricos de ubicación que podrían ser accesibles por las autoridades.
La decisión de Google de trasladar los datos de ubicación a los dispositivos de los usuarios es un avance significativo en la protección de la privacidad. Sin embargo, el debate sobre la vigilancia digital y la privacidad de los datos está lejos de concluir, con desafíos continuos y evolución en las políticas y prácticas de las empresas tecnológicas.
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Categorías:Noticias, Secciones temáticas, Seguridad & Privacidad


