La ambiciosa misión lunar Peregrine, liderada por Astrobotic y apoyada por la NASA, terminará en un regreso no planeado a la atmósfera terrestre tras perder el control y el combustible necesario para completar su misión.

La exploración espacial ha enfrentado un revés significativo con el fracaso de la misión lunar Peregrine, un proyecto privado de Astrobotic que contaba con el respaldo de la NASA. Después de un despegue exitoso el 8 de enero, la misión ha sufrido una serie de contratiempos que han llevado a la pérdida del control del módulo lunar, resultando en una inevitable caída hacia la Tierra.

El Peregrine, que despegó con la intención de aterrizar en la Luna, experimentó una pérdida crítica de combustible que impidió alcanzar su destino previsto. A pesar de los esfuerzos del equipo de la misión para estabilizar el vehículo y encender todas las cargas útiles activas, Peregrine no pudo mantener su curso. La nave ha estado operativa en el espacio durante aproximadamente una semana, pero continúa perdiendo propulsor, lo que hace imposible un alunizaje exitoso o una corrección de trayectoria significativa.

La decisión de finalizar la misión fue tomada por Astrobotic, equilibrando el deseo de prolongar la vida útil de Peregrine y operar sus cargas útiles con el riesgo de que la nave espacial dañada pudiera causar problemas en el espacio cislunar. Se espera que la nave entre en la atmósfera terrestre y se desintegre debido a las altas temperaturas generadas durante el reingreso, un proceso que se considera seguro y sin riesgos para la seguridad en la Tierra.

Este fracaso representa un golpe para la exploración lunar de los Estados Unidos, que no ha enviado una misión a la superficie lunar desde el programa Apolo. A pesar de este contratiempo, la NASA mantiene su plan de realizar un segundo alunizaje con las misiones Artemis II y III para 2028, aunque con retrasos por motivos de seguridad.

La misión Peregrine era vista como un paso crucial hacia un mayor compromiso y colaboración entre entidades gubernamentales y empresas privadas en la exploración espacial. Aunque este incidente supone un revés, también proporciona lecciones valiosas sobre los desafíos y riesgos inherentes a la exploración espacial.

El fallo de la misión Peregrine subraya la naturaleza impredecible y a menudo peligrosa de la exploración espacial, pero también reafirma el compromiso continuo de la humanidad con el avance científico y la exploración del espacio exterior​.