Empresas lideradas por gigantes tecnológicos buscan invalidar la Junta Nacional de Relaciones Laborales, poniendo en riesgo las protecciones laborales estadounidenses.

En un movimiento que ha sorprendido a observadores y analistas por igual, Amazon y SpaceX, junto con Trader Joe’s, han lanzado una ofensiva legal contra la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) de Estados Unidos, argumentando que la entidad es inconstitucional. Esta acción legal representa un desafío frontal a las protecciones laborales establecidas desde hace casi un siglo en el país.

El expediente legal presentado por Amazon sostiene que la estructura actual de la NLRB, particularmente el aislamiento de sus jueces administrativos de la supervisión presidencial, viola el principio de separación de poderes, una piedra angular de la constitución estadounidense. Esta argumentación se suma a la crítica de que la NLRB posee la autoridad para imponer multas tras audiencias en lugar de requerir un juicio con jurado.

Este no es el primer intento de Amazon por limitar la organización sindical dentro de sus instalaciones; sin embargo, la actual estrategia legal tiene implicaciones que trascienden los límites de cualquier empresa individual. De tener éxito, podría resultar en una erosión significativa de las protecciones laborales para los trabajadores estadounidenses en general.

Seth Goldstein, asesor legal para el sindicato de Trader Joe’s y Amazon Labor Union, ha criticado vehementemente estos movimientos, calificándolos de estrategias para debilitar a los sindicatos bajo el disfraz de preocupaciones constitucionales. «Es una tontería», afirmó Goldstein, «No creo nada de eso y creo que es sólo una tapadera para acabar con los sindicatos».

La ofensiva legal ocurre en un momento en que la NLRB, bajo la administración de Joe Biden, ha mostrado una postura favorable hacia las causas laborales, reforzando la inquietud entre las corporaciones sobre un ambiente regulatorio proclive a los derechos de los trabajadores. Con las elecciones de 2024 en el horizonte, y la posibilidad de un cambio en la administración, estas empresas parecen estar apostando a un futuro donde puedan influir más fácilmente en la legislación laboral.

«Creo que esto es una amenaza real para los trabajadores, especialmente si Donald Trump resulta elegido», advirtió Goldstein, subrayando la importancia de la estructura actual de la NLRB para la protección de los trabajadores y la independencia judicial en el ámbito laboral.

La controversia en torno a la constitucionalidad de la NLRB pone de relieve el delicado equilibrio entre los derechos laborales y el poder corporativo, un debate que probablemente se intensificará en los próximos meses.