Con la mira puesta en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, París 2024 se prepara intensamente para contrarrestar una esperada oleada de ciberataques, colaborando con expertos y utilizando tecnología avanzada.

A medida que se acercan los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, los organizadores enfrentan un desafío sin precedentes en términos de ciberseguridad. Con eventos programados del 26 de julio al 26 de agosto para los Juegos Olímpicos y del 28 de agosto al 28 de septiembre para los Paralímpicos, la capital francesa se está preparando para garantizar la seguridad frente a amenazas de crimen organizado, activistas y estados hostiles.

Los preparativos incluyen una colaboración estrecha con la Agencia Nacional Francesa de Seguridad de la Información (ANSSI), y empresas de ciberseguridad como Cisco y Eviden. Según Vincent Strubel, director general de ANSSI, aunque es imposible prevenir todos los ciberataques, el objetivo es minimizar su impacto en los juegos. «No habrá Juegos sin ataques, pero tenemos que limitar sus impactos», afirmó en una conferencia de prensa.

La estrategia de seguridad incluye la revisión y prueba exhaustiva de 500 sitios y sedes de competición. Además, París 2024 operará desde un centro de operaciones de ciberseguridad ubicado en un lugar secreto para coordinar la respuesta a incidentes en tiempo real.

Además de las medidas de protección convencionales, los organizadores han recurrido a tácticas innovadoras como el pago a hackers éticos para poner a prueba sus sistemas y el uso de inteligencia artificial para clasificar y responder a las amenazas. «La IA nos ayuda a marcar la diferencia entre una molestia y una catástrofe», dijo Franz Regul, director general de TI en París 2024, destacando la importancia de la tecnología en la gestión de riesgos.

La preocupación por la seguridad cibernética no es infundada. En 2018, durante la ceremonia inaugural de los Juegos de Invierno en Pyeongchang, se utilizó un virus informático conocido como «Olympic Destroyer». Aunque Moscú negó cualquier implicación, en 2020 el Departamento de Justicia de EE. UU. acusó a seis hackers de la agencia de inteligencia rusa por ataques relacionados con esos juegos.

Este contexto de amenazas crecientes y las declaraciones recientes del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre posibles ataques maliciosos de Rusia a los Juegos Olímpicos, subrayan la urgencia de las medidas adoptadas. La situación global, incluyendo conflictos como la guerra en Ucrania y las tensiones entre Israel y Hamas, solo añaden complejidad al desafío de mantener seguros los Juegos.

Con una preparación «sin precedentes», París 2024 espera estar un paso adelante de los atacantes, asegurando que los juegos no solo sean un escaparate de excelencia deportiva sino también un modelo de resiliencia cibernética.