Meta opta por abrir el acceso a los datos de Instagram para la investigación sobre los efectos en la salud mental de los adolescentes.

Meta ha anunciado que Instagram permitirá a un grupo selecto de investigadores acceder a sus datos para estudiar cómo la plataforma afecta la salud mental de los adolescentes y jóvenes adultos. Este programa piloto, desarrollado en colaboración con el Centro para la Ciencia Abierta (COS, por sus siglas en inglés), tiene como objetivo producir estudios independientes que arrojen luz sobre la relación entre las redes sociales y el bienestar de los jóvenes.

Los investigadores tendrán acceso a los datos de Instagram durante un máximo de seis meses. Estos datos podrán incluir información sobre el número de cuentas que sigue un adolescente, la frecuencia de uso de la plataforma y la configuración de su cuenta, entre otros aspectos. Sin embargo, Meta ha dejado claro que no se proporcionará acceso a la información demográfica de los usuarios ni al contenido de sus publicaciones, comentarios o mensajes.

El programa, del cual informó por primera vez The Atlantic, permitirá a COS seleccionar hasta siete propuestas de investigación en áreas relacionadas con la salud mental de los adolescentes. Meta no participará en el proceso de selección. Además, los investigadores deberán reclutar a los participantes adolescentes y obtener el permiso de sus padres. Según COS, el estudio de datos directamente de Instagram podría complementar otras fuentes de datos, como encuestas y estudios, para contribuir a una mejor comprensión del bienestar de los adolescentes.

“Los padres, los responsables de las políticas, los académicos y las empresas de tecnología están tratando de encontrar la mejor manera de apoyar a los jóvenes mientras navegan por los espacios en línea, pero necesitamos más datos para comprender el panorama completo”, afirmó Curtiss Cobb, vicepresidente de investigación de Meta, en un comunicado.

El impacto de Instagram en la salud mental de los adolescentes ha sido un tema de preocupación desde hace tiempo. En 2021, la denunciante de Facebook Frances Haugen presentó documentos filtrados que incluían investigaciones internas sugiriendo que «los adolescentes culpan a Instagram por el aumento de la ansiedad y la depresión». Esto llevó a científicos a pedir a Meta que hiciera más accesible su investigación sobre salud mental.

Desde entonces, Instagram ha implementado funciones para proteger a los menores en la plataforma, pero las preocupaciones sobre los efectos de las redes sociales en los jóvenes persisten. Esto ha motivado una serie de proyectos de ley de seguridad infantil y leyes de verificación de edad en todo Estados Unidos.

Este programa de acceso a datos representa un paso significativo hacia la comprensión y mejora del bienestar de los adolescentes en el contexto digital.