A pesar de mejoras en eficiencia energética y menor generación de calor, el Core Ultra 9 285K de Intel presenta un rendimiento decepcionante en juegos de PC, quedando por detrás de las CPU de la generación anterior.

Intel ha lanzado su nuevo procesador insignia para entusiastas de escritorio, el Core Ultra 9 285K, con la promesa de ofrecer un mejor rendimiento y eficiencia energética. Sin embargo, los resultados de las pruebas han dejado a muchos jugadores decepcionados, ya que la nueva CPU no ha cumplido las expectativas en cuanto a rendimiento en juegos. A pesar de ser más eficiente y funcionar a temperaturas más bajas que los modelos anteriores, como el Core i9-14900K, el Ultra 9 285K ha mostrado un rendimiento inferior en varios títulos importantes.

Durante las pruebas, se observó que el Ultra 9 285K ofrecía una mejora del 15 % en tareas de subprocesos múltiples y un 7 % en subprocesos únicos en comparación con el Core i9-14900K, consumiendo menos energía. Sin embargo, cuando se trata de juegos de PC, el rendimiento fue más bajo de lo esperado. Títulos como Shadow of the Tomb Raider y Cyberpunk 2077 vieron una disminución del 8 % y 9 % respectivamente en la velocidad de fotogramas en comparación con el 14900K, y en Forza Motorsport 2023, la caída de rendimiento fue de casi un 20 %.

El Core Ultra 9 285K es la primera CPU de Intel con una unidad de procesamiento neuronal (NPU) integrada, diseñada para acelerar tareas de inteligencia artificial, y también es el primer chip de escritorio compatible con el nuevo socket LGA 1851 de Intel, lo que requiere que los usuarios actualicen su placa base para aprovecharlo. Intel ha utilizado su arquitectura Arrow Lake y empaquetado 3D para mejorar la eficiencia energética, un cambio bien recibido por quienes buscan un menor consumo de energía y menos generación de calor, especialmente en escenarios de trabajo intensivo.

Eficiencia energética, pero no para juegos.

Aunque el Core Ultra 9 285K supera a los procesadores de la generación anterior en eficiencia energética, con un consumo de 254 vatios frente a los 267 vatios del Core i9-14900K en pruebas de rendimiento como Cinebench, la disminución en el rendimiento en juegos ha generado críticas. En escenarios de productividad, como la edición de video en Adobe Premiere Pro y Photoshop, las diferencias de rendimiento entre el Ultra 9 285K y el 14900K fueron mínimas, manteniéndose dentro de los márgenes de error en pruebas comparativas.

El Ultra 9 285K tiene un comportamiento destacable en cuanto a generación de calor, manteniéndose por debajo de los 85 °C incluso bajo carga, mientras que el 14900K alcanzó los 99 °C en las mismas pruebas. Esto lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan una solución más fresca y silenciosa para sus PCs de escritorio. Sin embargo, en los equipos de gama alta con refrigeración avanzada, el rendimiento suele ser el factor determinante, y en este caso, la nueva CPU de Intel no cumple con las expectativas.

Problemas en juegos y posibles soluciones.

Intel admitió que el enfoque para esta generación de chips ha sido mejorar el rendimiento por vatio, en lugar de centrarse exclusivamente en el rendimiento en juegos. Mark Anthony Ramirez, portavoz de Intel, señaló que el diseño de estos chips buscaba alcanzar una posición de liderazgo en eficiencia energética, lo que ha resultado en mejoras significativas en comparación con la 12.ª generación de CPUs de Intel. Sin embargo, este enfoque ha dejado a los jugadores con una experiencia menos satisfactoria en comparación con las dos generaciones anteriores.

Parte de la caída en el rendimiento de los juegos podría estar relacionada con las características de seguridad basadas en virtualización (VBS) de Windows 11, que están habilitadas de forma predeterminada en nuevas instalaciones del sistema operativo. Durante las pruebas, al desactivar la función de integridad de la memoria en Windows 11, el rendimiento en juegos mejoró significativamente, especialmente en títulos como Cyberpunk 2077 y Metro Exodus. En estos casos, el rendimiento del Ultra 9 285K superó incluso al Core i9-14900K, con mejoras de hasta un 4 % en Metro Exodus.

Perspectiva para el futuro de Intel.

A pesar de la decepción inicial en juegos, el Core Ultra 9 285K de Intel representa un avance en la eficiencia energética y el manejo del calor, aspectos que podrían ser claves para futuros desarrollos en la arquitectura de CPUs de la compañía. Sin embargo, en un mercado competitivo donde AMD también ha lanzado nuevas opciones, como el Ryzen 9 9950X, que tampoco ha impresionado en juegos, Intel tendrá que equilibrar sus futuras mejoras en eficiencia con un rendimiento sólido en todas las áreas.

El Core Ultra 9 285K tiene un precio de lanzamiento de 589 dólares, lo que lo coloca en la gama alta del mercado, pero su rendimiento en juegos plantea dudas sobre si es la mejor opción para los jugadores que buscan el máximo rendimiento en sus PCs de escritorio. Intel ha señalado que seguirá mejorando sus chips para adaptarse a las necesidades del mercado, por lo que es posible que futuros modelos logren solucionar estos problemas de rendimiento en juegos, manteniendo al mismo tiempo la eficiencia que caracteriza a esta nueva generación de procesadores.