El dominio de Google en el mercado de las búsquedas online se tambalea tras el anuncio de Apple, que planea incorporar motores de búsqueda con inteligencia artificial en su navegador Safari.

Un cambio estratégico que sacude el mercado

Apple está valorando seriamente rediseñar Safari para incluir opciones de búsqueda impulsadas por inteligencia artificial, una decisión que podría alterar el equilibrio de poder en la industria tecnológica. Esta información, revelada por una fuente cercana a la compañía, llega en un momento especialmente delicado para Google, que depende en gran parte del tráfico proveniente de dispositivos Apple para mantener su hegemonía en el sector de la publicidad digital.

El impacto no se ha hecho esperar. Las acciones de Alphabet, matriz de Google, cayeron un 7,3 % en un solo día, borrando más de 150.000 millones de dólares de su valor bursátil. Por su parte, las acciones de Apple también cerraron con una caída, aunque más moderada, del 1,1 %.

El declive de las búsquedas tradicionales

Durante su testimonio en un juicio antimonopolio, el ejecutivo de Apple Eddy Cue reconoció que las búsquedas realizadas desde Safari habían disminuido recientemente, lo que atribuyó al creciente uso de asistentes y modelos de IA por parte de los usuarios. Este cambio de tendencia podría ser solo el comienzo de una transformación más profunda en la forma en que interactuamos con la información en internet.

Google, por su parte, ha defendido su posición afirmando que el volumen total de búsquedas —incluyendo las que provienen de dispositivos Apple— continúa creciendo. La compañía ha invertido en funciones de búsqueda por voz, visual y, más recientemente, en su modo de búsqueda con IA generativa para evitar la fuga de usuarios hacia plataformas como ChatGPT o Perplexity.

Un negocio multimillonario en juego

La relación comercial entre Google y Apple es una de las más lucrativas del ecosistema digital. Actualmente, Google paga alrededor de 20.000 millones de dólares anuales para ser el motor de búsqueda predeterminado en Safari, lo que representa aproximadamente un 36 % de sus ingresos publicitarios por búsquedas realizadas desde dispositivos Apple. Pero esta exclusividad está en el punto de mira del Departamento de Justicia de EE.UU., que ha propuesto como una posible solución eliminar ese tipo de acuerdos.

Los analistas ya anticipan las posibles consecuencias. «La pérdida de exclusividad en Apple debería tener consecuencias muy severas para Google», afirmó Gil Luria, analista de DA Davidson. Si Apple ofrece nuevas opciones de búsqueda basadas en IA, los anunciantes podrían redistribuir sus presupuestos y Google perdería parte de su cuasi monopolio, que actualmente acapara cerca del 90 % del mercado global.

Google contraataca con IA, Apple prepara alternativas

Lejos de quedarse de brazos cruzados, Google ha respondido con una batería de novedades basadas en inteligencia artificial. Su función AI Overviews, que ofrece respuestas generadas por IA encima de los resultados tradicionales, ya está activa en más de 100 países y ha comenzado a integrar anuncios para monetizar esta nueva experiencia de búsqueda.

Al mismo tiempo, el CEO Sundar Pichai ha reconocido que espera alcanzar un nuevo acuerdo con Apple para que su tecnología Gemini se integre en futuros modelos de iPhone, lo que podría abrir nuevas vías de colaboración.

Sin embargo, Apple ya ha anunciado que añadirá proveedores de búsqueda de IA como OpenAI y Perplexity a Safari en un futuro cercano, abriendo así el abanico de opciones para el usuario final.

Una nueva era para las búsquedas online

Con más de 400 millones de usuarios activos semanales y mil millones de búsquedas a la semana, ChatGPT se posiciona como un serio contendiente en el terreno de las búsquedas. Y el hecho de que Apple considere incluir estas herramientas en su navegador nativo confirma un cambio de paradigma en el que las búsquedas generativas comienzan a rivalizar con los motores tradicionales.

Para Google, se trata de una amenaza sin precedentes. Para Apple, una oportunidad de oro para reformular la experiencia de búsqueda y reducir su dependencia de terceros. En el centro de todo, los usuarios, que pronto podrían elegir entre múltiples motores con inteligencia artificial para obtener respuestas más rápidas, precisas y adaptadas a su lenguaje natural.