
El gigante japonés de comercio electrónico y servicios financieros busca una valoración más alta para su filial Rakuten Card. La decisión podría marcar un nuevo paso en la expansión internacional del grupo y seguir los pasos de SoftBank con PayPay.
Rakuten, uno de los mayores conglomerados tecnológicos y financieros de Japón, evalúa una salida a bolsa en Estados Unidos de su negocio de tarjetas de crédito, Rakuten Card, según revelaron fuentes cercanas al asunto citadas por Reuters. Se trata de una de las compañías de crédito más grandes del país asiático, con más de 30 millones de tarjetas emitidas y un papel central dentro del ecosistema financiero del grupo.
Las fuentes indicaron que las discusiones se encuentran en una etapa inicial, y que Rakuten también considera otras alternativas, como una venta parcial de acciones a un inversor estratégico. La compañía no ha hecho comentarios públicos sobre el tema, pero las especulaciones impulsaron sus acciones, que cerraron con una subida del 4,7% en Tokio, frente al incremento del 1,6% del índice Topix.
Una estrategia influida por el movimiento de SoftBank
El detonante de esta decisión habría sido el plan de SoftBank de sacar a bolsa en Estados Unidos su filial de pagos digitales PayPay, una operación que podría concretarse tan pronto como en diciembre. Según estimaciones de analistas, PayPay podría alcanzar una valoración superior a los 3 billones de yenes (más de 20.000 millones de dólares) en su debut bursátil, lo que habría inspirado a Rakuten a seguir una estrategia similar.
El interés por cotizar en Estados Unidos se enmarca en una tendencia creciente entre las grandes empresas asiáticas, que buscan en el mercado estadounidense valoraciones más elevadas, mayor liquidez y una base más amplia de inversores institucionales. De acuerdo con datos de Dealogic, el mercado de ofertas públicas iniciales (OPI) en EE. UU. tuvo su trimestre más activo desde 2021, con más de 24.000 millones de dólares recaudados en nuevas emisiones durante el tercer trimestre del año.
Un negocio clave para el ecosistema Rakuten
Bajo la dirección del fundador y CEO Hiroshi Mikitani, Rakuten Card ha sido una de las piezas más rentables del grupo. Su éxito se debe, en gran parte, a haber simplificado el proceso de solicitud y democratizado el acceso a las tarjetas de crédito en Japón, un mercado históricamente conservador en materia de crédito al consumo.
El modelo de Rakuten combina servicios de e-commerce, banca, viajes y telecomunicaciones, con un sistema de fidelización basado en puntos que permite a los usuarios obtener recompensas al realizar compras dentro del ecosistema de la empresa.
En 2023, Rakuten Card registró un beneficio operativo no PCGA de 62.000 millones de yenes (unos 410 millones de dólares), un aumento del 20% respecto al año anterior, aunque los resultados del segundo trimestre de 2024 mostraron un leve descenso del 4,5% por mayores costos operativos. El CEO de la división, Koichi Nakamura, ha señalado que la empresa busca alcanzar los 100.000 millones de yenes en beneficios a medio plazo, ampliando su base hacia clientes corporativos.
Mizuho y la valoración del negocio
En 2023, el Grupo Financiero Mizuho adquirió una participación del 15% en Rakuten Card por 165.000 millones de yenes (1.100 millones de dólares), lo que valoró la división en más de 1 billón de yenes (unos 7.000 millones de dólares). El acuerdo incluyó además el lanzamiento de dos tarjetas conjuntas y supuso una inyección de liquidez crucial para el grupo, que venía de afrontar pérdidas significativas por su incursión en el negocio móvil.
Rakuten ya ha cotizado con éxito Rakuten Bank en la Bolsa de Tokio y tiene planes avanzados para sacar a bolsa su correduría Rakuten Securities, aunque Mizuho también ha aportado capital en esa división. La salida a bolsa de Rakuten Card, por tanto, se percibe como un paso natural dentro de su proceso de reestructuración financiera y diversificación de ingresos.
Un paso hacia la consolidación internacional
Para Rakuten, cotizar una de sus filiales más rentables en Estados Unidos no solo representaría una fuente significativa de capital fresco, sino también una oportunidad de fortalecer su imagen ante inversores globales y reforzar su presencia en el mercado financiero internacional.
Sin embargo, los analistas advierten que la ejecución de la OPI podría depender del clima de mercado y de las condiciones regulatorias en ambos países. Además, el grupo deberá equilibrar su estrategia de expansión con la recuperación de su negocio móvil y las inversiones en su plataforma de comercio electrónico, que siguen absorbiendo parte de sus recursos.
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