La producción en la planta de Phoenix marca un hito para la industria de semiconductores y refuerza el liderazgo de EE. UU. en la era de la inteligencia artificial. La alianza entre Nvidia y TSMC apunta a asegurar la cadena de suministro y atender la creciente demanda global de chips de IA.

Nvidia presentó este viernes la primera oblea de chip Blackwell fabricada en territorio estadounidense, un paso simbólico y estratégico en su alianza con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor productor mundial de chips avanzados. La oblea fue producida en la nueva instalación de TSMC en Phoenix, Arizona, y supone el debut de la arquitectura Blackwell fuera de Asia.

El anuncio llega en un momento en el que la demanda mundial de semiconductores para inteligencia artificial se dispara y las grandes tecnológicas —incluidas AMD, Broadcom y la propia Nvidia— compiten por expandir la capacidad de producción necesaria para entrenar los modelos de IA más avanzados.

Un impulso a la independencia tecnológica de EE. UU.

En una publicación de blog, Nvidia señaló que esta nueva producción “refuerza la cadena de suministro estadounidense y consolida la pila tecnológica de IA que convertirá los datos en inteligencia, asegurando el liderazgo de Estados Unidos para la era de la inteligencia artificial”.

La iniciativa también se alinea con la política industrial impulsada por el presidente Donald Trump, que busca repatriar la manufactura de chips críticos y reducir la dependencia de Asia, especialmente de Taiwán y Corea del Sur.

El complejo de TSMC en Arizona, cuya inversión total supera los 65.000 millones de dólares, producirá chips de 2, 3 y 4 nanómetros, además de los nuevos A16 diseñados para aplicaciones de IA, telecomunicaciones y computación de alto rendimiento (HPC).

Blackwell: el motor de la nueva generación de IA

La arquitectura Blackwell representa la última evolución de los procesadores gráficos (GPU) de Nvidia, diseñados para entrenar y ejecutar modelos de IA de gran escala. Estos chips ofrecen mayor eficiencia energética y velocidad de procesamiento, reduciendo los costos operativos de los centros de datos y ampliando las posibilidades de desarrollo de inteligencia artificial generativa.

El lanzamiento refuerza la posición de Nvidia como el proveedor dominante de chips para IA, con más del 80 % del mercado global de GPU destinadas a esta industria.

“Con la fabricación de Blackwell en suelo estadounidense, damos un paso clave hacia una cadena de suministro más resiliente y segura”, declaró un portavoz de la compañía.

TSMC y la expansión global de la fabricación avanzada

TSMC, que elevó su previsión de ingresos anuales tras alcanzar beneficios récord, ha sido el principal aliado de Nvidia en la fabricación de sus chips más avanzados. El productor taiwanés anunció el jueves una perspectiva optimista impulsada por el gasto creciente en IA, con planes de seguir ampliando su presencia en Estados Unidos y Japón.

El fabricante prevé que la demanda de chips de IA se duplique en los próximos tres años, impulsada por empresas como OpenAI, Microsoft y Google, que requieren procesadores cada vez más potentes para sostener sus plataformas de inteligencia artificial.

La competencia se intensifica en la era del silicio para IA

La noticia llega en medio de una oleada de acuerdos multimillonarios entre los principales actores del sector. Nvidia, AMD y Broadcom han firmado recientemente contratos a largo plazo con compañías de IA para aumentar la capacidad de cómputo de los centros de datos globales.

Los analistas consideran que la fabricación local de chips avanzados es un paso decisivo no solo para la seguridad nacional de EE. UU., sino también para su competitividad tecnológica en el contexto de la guerra por el dominio de la inteligencia artificial.

“Estados Unidos está trazando una nueva hoja de ruta industrial en torno al chip”, comentó un analista de semiconductores de Morgan Stanley. “La producción de Blackwell en Arizona es más que un hito técnico: es una declaración geopolítica sobre quién liderará la próxima década tecnológica.”