La plataforma china enfrenta en París la presión del Estado francés tras hallarse armas prohibidas y muñecas sexuales ilegales en su marketplace. El caso se enmarca en un escrutinio creciente sobre los gigantes digitales asiáticos en Europa.

Shein respondió con firmeza en una audiencia judicial celebrada en París, acusando al gobierno francés de emprender una “cruzada” en su contra. La reacción llega después de que el organismo de control del consumidor detectara artículos ilegales —incluidas armas prohibidas y muñecas sexuales con forma de menores— en su marketplace, un hallazgo que desencadenó un intento de suspensión de la plataforma el mismo día que la empresa inauguraba su primera tienda física en París.

Durante la audiencia, la abogada Julia Bombardier afirmó que la compañía está siendo objeto de un “tratamiento discriminatorio” alimentado por presión mediática y política. La defensa argumentó que la actuación del Estado excede los límites razonables de supervisión y coloca a Shein en una posición desventajosa frente a otros actores del comercio electrónico.

El Estado francés exige controles más estrictos

El abogado del Estado, Renaud Le Gunehec, abrió la sesión solicitando una serie de medidas que obliguen a Shein a demostrar que los productos vendidos a través de su plataforma cumplen con la normativa francesa. Aunque el Ejecutivo retrocedió respecto a su postura inicial —que proponía suspender totalmente la plataforma durante tres meses—, mantiene la exigencia de controles estrictos.

Entre las medidas reclamadas se encuentran sistemas de verificación por edad, filtros de contenido y mecanismos que garanticen que menores no puedan acceder a material pornográfico. El Estado pide al tribunal que mantenga la suspensión del marketplace hasta que Shein aporte pruebas suficientes ante el regulador Arcom.

Shein suspendió voluntariamente su marketplace en Francia el 5 de noviembre, pero su tienda de venta directa de ropa continúa operativa. La defensa sostiene que, al estar el marketplace ya inactivo, las demandas del Estado carecen de sentido y que Arcom no tiene autoridad sobre la actividad de la plataforma.

Debate jurídico sobre la responsabilidad y el alcance regulatorio

La argumentación del Estado se apoya en el artículo 6.3 de la ley francesa de economía digital, que permite a un juez ordenar medidas para prevenir daños derivados de contenidos ilegales. Según Le Gunehec, el objetivo no es establecer una regulación paralela a la de la Comisión Europea, sino frenar daños “ante situaciones inaceptables”.

Sin embargo, la defensa de Shein calificó la interpretación del Estado como desproporcionada y cuestionó la validez de algunos datos presentados, como la afirmación de que se inspeccionaron 200.000 paquetes en el aeropuerto Charles de Gaulle en solo 24 horas, concluyendo que el 80 % de ellos no cumplía con las normas. La abogada Bombardier consideró “imposible” realizar tal volumen de inspecciones en un solo día.

Un escrutinio internacional que se intensifica

El caso forma parte de un foco regulatorio más amplio que afecta a plataformas de comercio electrónico de origen chino, como Shein y Temu, bajo el marco de la Ley de Servicios Digitales de la UE. Los temas centrales incluyen la seguridad del consumidor, el control de productos ilegales y la competencia en el mercado europeo.

En paralelo, las investigaciones se extienden a Estados Unidos. El fiscal general de Texas, Ken Paxton, anunció esta semana que analiza si Shein podría haber incumplido leyes estatales relacionadas con prácticas laborales poco éticas y la venta de productos inseguros.

La audiencia en París continúa abierta y el juez anunciará su decisión el 19 de diciembre, en un momento en el que Francia y la Unión Europea endurecen su vigilancia sobre los grandes actores globales del comercio electrónico.