
Huawei vuelve a situarse en el centro del debate tecnológico internacional tras conocerse que su último teléfono insignia incorpora un chip avanzado fabricado íntegramente en China. El desarrollo refleja los progresos del país asiático en la industria de los semiconductores, aunque todavía persisten importantes limitaciones frente a los líderes mundiales del sector.
El procesador Kirin 9030, que impulsa el nuevo modelo de la serie Mate 80 de Huawei Technologies, ha sido fabricado por Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), la principal fundición de chips de China. Según un informe publicado por la firma canadiense de análisis TechInsights, el chip utiliza una versión mejorada del proceso de fabricación de 7 nanómetros, conocido como N+3.
Este proceso representa una evolución respecto al nodo N+2 previamente utilizado por SMIC, y supone un nuevo paso en la estrategia china para reducir su dependencia de proveedores extranjeros en un contexto de crecientes restricciones tecnológicas impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
Limitaciones frente a los líderes del sector
Pese a los avances logrados, TechInsights subraya que el proceso N+3 de SMIC continúa estando por detrás de las tecnologías más avanzadas empleadas por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Samsung Electronics. Ambos fabricantes ya producen chips con procesos de 5 nanómetros, que ofrecen mayor eficiencia energética y un rendimiento superior.
Según el informe, aunque el nodo N+3 permite mejoras incrementales en densidad y rendimiento, sigue siendo “sustancialmente menos escalable” que los procesos industriales más avanzados utilizados por los líderes del mercado global de semiconductores.
Contexto geopolítico y presión internacional
El desarrollo del Kirin 9030 se produce en un entorno de alta tensión geopolítica. Desde 2019, Huawei y SMIC han sido objeto de sanciones estadounidenses que restringen su acceso a tecnologías clave, especialmente en equipos de fabricación de chips de última generación.
Estas restricciones han obligado a las empresas chinas a maximizar el rendimiento de tecnologías existentes, en lugar de avanzar hacia nodos más pequeños como los de 5 o 3 nanómetros. Aun así, la aparición de nuevos chips desarrollados localmente es vista por Pekín como una señal de resiliencia tecnológica.
Silencio oficial y represalias cruzadas
Ni Huawei ni SMIC respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre el informe de TechInsights. En octubre, las autoridades chinas incluyeron a la firma canadiense en su lista de entidades no confiables, después de que publicara varios análisis detallados sobre los progresos de Huawei y SMIC en la fabricación de semiconductores.
Este movimiento fue interpretado por analistas como una respuesta directa a la difusión de información técnica considerada sensible en un momento clave para la industria china de chips.
Aunque el Kirin 9030 no iguala todavía a los procesadores más avanzados fabricados fuera de China, su producción marca un nuevo hito en los esfuerzos del país por desarrollar una cadena de suministro tecnológica propia. El lanzamiento del Mate 80 con un chip fabricado localmente refuerza la estrategia de Huawei de mantener su presencia en el mercado de smartphones de gama alta, pese a las limitaciones impuestas por el contexto internacional.
Descubre más desde TecnoAp21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Categorías:Hardware & Software, Noticias, Secciones temáticas


