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SpaceX planea probar el reabastecimiento de la Starship en el espacio en 2025 como parte de su misión lunar con la NASA

Créditos: TecnoAp21

La transferencia de combustible entre naves Starship en órbita es clave para la futura misión tripulada a la Luna bajo el programa Artemis. La NASA confía en que SpaceX alcanzará este hito en los próximos años.

SpaceX, la empresa aeroespacial fundada por Elon Musk, se prepara para alcanzar un importante logro en la industria espacial: la transferencia de combustible entre naves espaciales en órbita. Este proceso, conocido como reabastecimiento en el espacio, es un hito fundamental que la compañía espera llevar a cabo en marzo de 2025, según lo confirmó Kent Chojnacki, subdirector del programa de Sistema de Aterrizaje Humano (HLS) de la NASA, en una entrevista reciente. El éxito de esta prueba acercará a SpaceX un paso más a su objetivo de llevar astronautas de regreso a la Luna dentro del programa Artemis de la NASA.

Un hito crítico para el programa Artemis.

La NASA otorgó a SpaceX un contrato de 4.050 millones de dólares para el desarrollo de dos versiones de su nave Starship, adaptadas para misiones tripuladas. La misión Artemis III, prevista para septiembre de 2026, contará con un módulo de alunizaje basado en Starship que permitirá a los astronautas pisar la Luna por primera vez desde la última misión del programa Apolo en 1972. Este contrato marca una diferencia significativa respecto al programa SLS de la NASA, ya que en lugar de seguir el tradicional modelo de «coste más margen», se estableció un acuerdo de “precio fijo” en el que SpaceX solo recibirá el pago completo una vez que cumpla con todos los hitos estipulados.

La importancia del reabastecimiento en el espacio.

La transferencia de combustible en órbita es un elemento clave en la capacidad de Starship para llevar grandes cargas útiles más allá de la órbita terrestre. Esta tecnología permitirá que la nave se recargue en el espacio, ampliando considerablemente su alcance y permitiéndole realizar misiones mucho más ambiciosas, como aterrizar en la Luna o incluso en Marte. Para la NASA, esta capacidad es crucial para el programa Artemis y para futuras misiones de exploración en el espacio profundo.

“Sería la primera vez que se demuestra algo así a esta escala, por lo que representa un gran paso. Al lograrlo, realmente abriríamos la puerta a mover grandes cantidades de carga útil más allá de la Tierra. La capacidad de reabastecimiento de combustible permitirá realizar misiones de mayor duración y distancia, un avance esencial para futuras misiones en el espacio profundo”, explicó Chojnacki.

Colaboración entre la NASA y SpaceX.

Desde el inicio del contrato de HLS, la NASA ha trabajado estrechamente con SpaceX, adaptándose a un enfoque más flexible y menos regulado que el utilizado en otros proyectos de la agencia. A diferencia del programa SLS, donde la NASA estableció requisitos estrictos, el contrato de HLS ofrece a SpaceX mayor libertad. Actualmente, la compañía debe cumplir con 27 requisitos de sistema, aunque tiene la libertad de proponer hitos adicionales para el pago, como la demostración de la transferencia de propulsor.

Además, la NASA también ha brindado asistencia técnica en aspectos críticos de Starship. Esto incluye la supervisión de los componentes criogénicos que mantienen fríos los combustibles, así como la evaluación de las placas térmicas. Estos esfuerzos conjuntos apuntan a asegurar que el vehículo pueda operar de manera segura en las condiciones extremas del espacio.

El camino hacia un alunizaje no tripulado.

SpaceX planea realizar una serie de pruebas antes de que se realice la misión tripulada en 2026. El siguiente gran hito, tras la demostración de reabastecimiento de combustible, será la Revisión Crítica de Diseño (CDR), programada para el verano de 2025. Durante esta revisión, la NASA evaluará si Starship cumple con todos los requisitos para un alunizaje seguro y exitoso.

Los astronautas de la NASA han estado colaborando estrechamente con SpaceX, revisando cada detalle del interior de la nave, incluyendo el diseño de la cabina de la tripulación y áreas funcionales como dormitorios y laboratorios. SpaceX ha construido maquetas de estos espacios en su instalación de Boca Chica, Texas, donde los astronautas tienen la oportunidad de proporcionar retroalimentación para ajustar el diseño de acuerdo a sus necesidades y comodidad en futuras misiones.

Los avances recientes y los desafíos por delante.

SpaceX ha logrado importantes avances en su programa Starship en los últimos meses. En octubre, la compañía hizo historia al capturar con éxito el propulsor Super Heavy en el aire mediante el uso de unos “palillos chinos” en su torre de lanzamiento. Este tipo de innovaciones en el diseño y las pruebas de SpaceX no solo han permitido a la empresa reducir el costo y mejorar la eficiencia, sino que también han demostrado ser avances tecnológicos significativos.

A pesar de los éxitos, SpaceX y la NASA son conscientes de los retos técnicos que quedan por superar. La agencia espacial y la empresa de Musk están trabajando con un cronograma ambicioso para que el primer alunizaje tripulado con Starship ocurra en septiembre de 2026, pero Chojnacki es optimista: “Esa es definitivamente la fecha en la que estamos trabajando. No tenemos obstáculos insalvables conocidos. Tenemos algunas pruebas y demostraciones pendientes, pero tenemos un plan claro para llevarlas a cabo”.

La importancia de Starship en el futuro de la exploración espacial.

Starship no solo representa una revolución en la industria aeroespacial comercial, sino que también es una pieza clave para los planes de la NASA de explorar más allá de la órbita terrestre. La capacidad de reutilización y el potencial de transporte de grandes cargas hacen de Starship un vehículo único que podría reducir drásticamente los costos de acceso al espacio.

Con la mirada puesta en futuras misiones a Marte, la capacidad de reabastecimiento en el espacio también abre la puerta a misiones de larga duración, un aspecto vital para la exploración humana en el sistema solar. La colaboración entre la NASA y SpaceX en el desarrollo de Starship es un claro indicio de la importancia que ambas entidades atribuyen a esta tecnología para llevar a la humanidad a nuevos horizontes.

SpaceX se encuentra en una fase crucial de pruebas y desarrollo con Starship, con el objetivo de llevar a cabo el primer reabastecimiento de combustible en órbita el próximo año. Este hito técnico allanará el camino para el alunizaje de astronautas en la Luna en el marco del programa Artemis, una misión que promete marcar el inicio de una nueva era en la exploración espacial humana. Si SpaceX logra cumplir con los ambiciosos plazos de la NASA, el 2026 podría ser el año en que la humanidad vuelva a pisar la superficie lunar, impulsada por una colaboración sin precedentes entre el sector público y privado.


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