
La compañía no planea nuevos vehículos para humanos y centra su estrategia en la conducción autónoma y los robots. Los analistas advierten que depender del Model 3 y del Model Y podría frenar su crecimiento en un mercado cada vez más competitivo.
Tesla, el fabricante que redefinió el automóvil eléctrico con el Model 3 y el Model Y, enfrenta ahora una etapa de estancamiento. Tras el fracaso del Cybertruck y la cancelación del prometido coche asequible de 25.000 dólares, la compañía de Elon Musk ha dejado claro que no tiene planes inmediatos de lanzar nuevos modelos tradicionales.
El propio Musk ha redirigido la estrategia de la empresa hacia la inteligencia artificial aplicada a la conducción autónoma y la robótica, relegando el negocio automotriz clásico a un segundo plano.
Un catálogo envejecido en una industria que se mueve rápido
Desde el lanzamiento del Model Y en 2020, Tesla no ha presentado ningún nuevo modelo de volumen. Su línea actual —Model 3, Model Y, Model S y Model X— apenas ha recibido ligeras actualizaciones estéticas y de software.
Mientras tanto, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, liderados por BYD, están introduciendo nuevos modelos cada dos años o menos, cubriendo todos los segmentos de mercado con rapidez y bajos costes.
“Tesla sigue tratando sus coches como si fueran iPhones, actualizándolos por software sin rediseños profundos”, explicó Adrian Balfour, de la consultora tecnológica Envorso. “Y puede que eso funcione con un público que valora más la tecnología que el diseño”.
Sin embargo, otros analistas no son tan optimistas. “Tesla es como cualquier otra marca: las ventas bajan cuando los modelos envejecen”, dijo Tom Libby, de S&P Global Mobility. “Sin nuevos lanzamientos, la lealtad de sus clientes se erosionará con el tiempo”.
Ventas en retroceso y márgenes presionados
Durante los primeros tres trimestres del año, las ventas de Tesla cayeron un 6 %, impulsadas temporalmente por compradores que se apresuraron a aprovechar el crédito fiscal de 7.500 dólares antes de su expiración.
Aunque los ingresos trimestrales aumentaron, las ganancias se redujeron un 37 %, afectadas por los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, los mayores costes de I+D y la caída en los ingresos por créditos regulatorios.
En la última conferencia con analistas, Musk apenas mencionó el negocio automovilístico, que sigue representando el 88 % de los ingresos, y centró su discurso en robots humanoides y vehículos completamente autónomos.
China acelera, Tesla se detiene
El contraste con los rivales chinos es cada vez más evidente.
BYD ha lanzado 17 nuevos SUV entre 2020 y 2025, el doble que Ford en ese mismo periodo, y ha reducido el tiempo de desarrollo de cada modelo a menos de dos años.
Esa agilidad les permite adaptarse rápidamente a las tendencias y ofrecer productos actualizados a menor coste.
Tesla, en cambio, solo ha lanzado seis vehículos desde 2008, y la mayoría de sus ventas dependen de los modelos 3 e Y, que comparten la misma plataforma.
“No puedes tener una cartera tan limitada y envejecida”, advirtió Garrett Nelson, analista de CFRA Research. “Tarde o temprano, pagarán el precio”.
Un futuro incierto
La empresa aún no ha conseguido posicionar con éxito el Cybertruck, del que se han vendido apenas 16.000 unidades este año, muy por debajo de las expectativas iniciales.
Con una gama de productos cada vez más obsoleta y una competencia global en auge, Tesla apuesta su futuro al software, la automatización y la promesa de la conducción autónoma total.
La pregunta es si esa visión bastará para mantener el interés de los consumidores… o si Tesla está dejando escapar la oportunidad de seguir liderando el mercado que ella misma creó.
Descubre más desde TecnoAp21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Categorías:Movilidad eléctrica, Noticias, Secciones temáticas



1 respuesta »