La creciente presencia de proveedores chinos coincide con un enfriamiento de los vínculos con Washington y despierta inquietud entre funcionarios occidentales.

Vietnam, tradicionalmente cauto a la hora de incorporar tecnología china en infraestructuras sensibles, ha comenzado a abrir la puerta a proveedores como Huawei y ZTE. Según fuentes consultadas por Reuters, ambas compañías han ganado varios contratos 5G con operadores estatales vietnamitas durante 2024, inclinando la balanza hacia una colaboración más estrecha con Beijing.
Este giro se produce en un contexto de tensiones comerciales entre Vietnam y Estados Unidos, que recientemente impuso aranceles sobre productos vietnamitas. Aunque no existe una relación directa confirmada entre estas medidas y la adjudicación de nuevos contratos a empresas chinas, el calendario ha generado interpretaciones políticas en círculos diplomáticos occidentales.

Contratos recientes y avance de proveedores chinos

Documentos de adquisiciones públicas no divulgados hasta ahora muestran que un consorcio liderado por Huawei obtuvo en abril un contrato valorado en 23 millones de dólares para equipamiento 5G. Por su parte, ZTE ha logrado al menos dos adjudicaciones adicionales por más de 20 millones de dólares para antenas de red.
Aunque Ericsson y Nokia mantienen los proyectos de infraestructura central del despliegue 5G vietnamita, los avances chinos en componentes periféricos —pero igualmente críticos— revelan un cambio relevante. Qualcomm también participa suministrando parte del equipamiento de red.

La adopción de proveedores chinos llega pese a que Huawei y ZTE están prohibidas en Estados Unidos y restringidas en buena parte de Europa, donde se consideran un riesgo para la seguridad nacional. Esta divergencia incrementa la preocupación de diplomáticos occidentales sobre la futura interoperabilidad y protección de datos en las redes vietnamitas.

El contexto político: entre Washington y Pekín

Vietnam se encuentra en una posición especialmente sensible. Su proximidad geográfica a China y su papel como centro industrial para empresas globales dependientes de componentes chinos lo sitúan en un complejo equilibrio diplomático.
Mientras tanto, los aranceles estadounidenses han enfriado las relaciones con Washington, y Hanoi ha reforzado recientes iniciativas con Pekín como proyectos ferroviarios transfronterizos y acuerdos tecnológicos.

En el terreno de las telecomunicaciones, Viettel —el operador más grande del país, propiedad del ejército— firmó en junio un acuerdo de transferencia tecnológica 5G con Huawei. Fuentes del sector indican que el atractivo de la tecnología china radica, sobre todo, en el menor coste frente a proveedores occidentales.

Preocupaciones occidentales y riesgos operativos

El incremento de contratos adjudicados a empresas chinas ya ha sido tratado en reuniones diplomáticas mantenidas durante las últimas semanas en Hanoi. Funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación por la integridad de las redes vietnamitas, alertando de que estas decisiones podrían comprometer futuros programas de cooperación tecnológica con Estados Unidos.
Se ha discutido incluso la posibilidad de aislar las áreas de red que utilicen tecnología china, aunque especialistas en telecomunicaciones señalan que proveedores de antenas y equipamiento pueden llegar a tener acceso a datos sensibles, lo que complica la mitigación de riesgos.