La decisión llega en plena tensión geopolítica y podría enviar una señal de alerta a compañías y entidades estadounidenses que operan con grandes tecnológicas chinas.
La compañía afronta un retroceso en Europa, China y Estados Unidos, en un contexto de competencia creciente y una gama de modelos que muchos consideran estancada.
El mercado sudamericano de vehículos eléctricos vive su expansión más sólida hasta la fecha, impulsado casi en exclusiva por fabricantes chinos y marcas tradicionales, mientras Tesla sigue sin operar formalmente en gran parte del continente.
La compañía no planea nuevos vehículos para humanos y centra su estrategia en la conducción autónoma y los robots. Los analistas advierten que depender del Model 3 y del Model Y podría frenar su crecimiento en un mercado cada vez más competitivo.
La compañía china ha presentado una nueva arquitectura de carga que alcanza los 1.000 kW, duplicando la velocidad de los supercargadores de Tesla.
La compañía planea fabricar un modelo más económico en su planta de Shanghái para defender su cuota de mercado en el país asiático.
El gigante chino de vehículos eléctricos BYD se encamina a sobrepasar su objetivo de 4 millones de unidades vendidas este año, posicionándose por delante de fabricantes históricos como Ford y Honda en ventas globales.
Al-Futtaim Electric Mobility ha presentado tres nuevos modelos de vehículos eléctricos (EV) de BYD en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), fortaleciendo su compromiso con la movilidad sostenible y el objetivo nacional de emisiones netas cero para 2050.
En un intento por expandir su presencia global, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos (VE) se aventuran en el mercado europeo, pero se enfrentan a un conjunto de desafíos que amenazan con obstaculizar su éxito. A pesar de haber dominado las ventas en su país de origen y superado a sus competidores extranjeros, marcas como BYD, Nio y MG de SAIC ahora se topan con barreras en Europa.