Beijing estudia imponer controles propios que reduzcan la disponibilidad de hardware avanzado, incluso después del permiso concedido por la administración Trump.
China ha decidido conceder exenciones a los controles de exportación de chips fabricados por Nexperia cuando estén destinados a aplicaciones civiles, según anunció el Ministerio de Comercio este domingo. La medida busca aliviar la presión sobre la industria automotriz global, muy afectada por la escasez de semiconductores básicos empleados en los sistemas eléctricos de los vehículos.
La compañía busca estabilizar el suministro interno tras las restricciones de exportación impuestas por Pekín. El conflicto con su matriz holandesa sigue sin resolverse y amenaza a la cadena global de semiconductores.
La medida, en respuesta a los nuevos controles chinos sobre tierras raras, podría alterar el comercio global de tecnología. El gobierno de Trump sopesa una acción sin precedentes que afectaría desde portátiles hasta motores de avión.
La ACEA alerta de una posible interrupción grave en la fabricación de vehículos si no se restablece el suministro de chips. La nacionalización de Nexperia por parte del gobierno holandés y las restricciones chinas de exportación agravan la tensión tecnológica entre Pekín, Washington y Europa.