Hertz reduce sus planes de despliegue de vehículos eléctricos en su flota, citando alto costo de mantenimiento y una disminución en el valor de reventa. La medida afecta especialmente a los conductores de Uber, que son usuarios destacados de los Tesla de Hertz.

Hertz, la conocida empresa de alquiler de coches, está revisando sus ambiciosos planes para convertirse en un referente en la adopción de vehículos eléctricos (VE). La compañía había firmado acuerdos previos para adquirir cerca de 200.000 vehículos eléctricos de Tesla y Polestar, con la esperanza de impulsar la revolución de los VE. Sin embargo, varios desafíos financieros y operativos han llevado a Hertz a frenar estos planes.

Según el CEO de Hertz, Stephen Scherr, los costos de reparación de los vehículos eléctricos son aproximadamente el doble que los de los automóviles de gasolina. Este incremento en los gastos ha afectado particularmente a la flota destinada a los conductores de Uber, que representan cerca de la mitad de los Tesla adquiridos por Hertz. Estos conductores han resultado ser más dañinos con los vehículos de lo que la empresa había anticipado inicialmente.

Para mitigar estos costos adicionales, Hertz intentó desplazar parte de su flota eléctrica hacia su segmento de ocio, pero esta estrategia no ha tenido el efecto deseado. Scherr señaló que el ingreso por día (RPD) para los vehículos eléctricos en este segmento se redujo, lo que contribuyó a un rendimiento más bajo del RPD general de la empresa en el último trimestre. Las acciones de Hertz han caído un 15% en los últimos cinco días.

Además, Scherr atribuyó parte del problema al descenso del precio minorista sugerido por el fabricante (MSRP) de los vehículos eléctricos, impulsado principalmente por Tesla, lo cual ha impactado negativamente en el valor de reventa de la flota eléctrica de Hertz.

A pesar de los desafíos, Hertz se mantiene firme en su compromiso a largo plazo con la electrificación de su flota. La compañía también planea adquirir 65,000 vehículos de Polestar, que aunque tiene un historial de fiabilidad algo mejor que Tesla, también presenta sus propios riesgos. «Creemos en el valor de ser un primer movimiento», concluyó Scherr.