Movilidad eléctrica

Tesla lanza versiones “asequibles” del Model Y y Model 3, pero los precios decepcionan a los analistas y consumidores

Las nuevas versiones de los vehículos eléctricos más populares de Tesla parten de 36.990 y 39.990 dólares, pero muchos las consideran demasiado caras para el mercado masivo. El movimiento busca impulsar las ventas tras la pérdida del crédito fiscal estadounidense y la creciente competencia de China y Europa.

Tesla ha presentado nuevas versiones “Standard” de sus modelos más vendidos —el SUV Model Y y el sedán Model 3— con la promesa de ofrecer opciones más asequibles al gran público. Sin embargo, con precios iniciales de 39.990 dólares para el Model Y y 36.990 dólares para el Model 3, el lanzamiento ha sido recibido con escepticismo tanto por los analistas como por parte de los consumidores.

Los nuevos modelos reducen costos eliminando acabados premium, funciones de asistencia avanzadas y materiales de lujo, aunque mantienen una autonomía competitiva de más de 480 km (300 millas). Pese a ello, los precios continúan por encima del umbral de los 30.000 dólares que el propio Elon Musk identificó como clave para conquistar el mercado masivo.

Las acciones de Tesla cerraron con una caída del 4,5 %, reflejando la decepción del mercado. “Esperábamos un golpe más fuerte”, explicó Dan Ives, analista de Wedbush, tradicionalmente optimista con la compañía. “Estos modelos son solo unos 5.000 dólares más baratos que los de gama superior. No es suficiente para atraer nuevos compradores”.


Entre la necesidad de crecer y el temor a canibalizar ventas

La decisión de Tesla de lanzar versiones más baratas llega en un momento delicado. Las ventas crecieron en el último trimestre gracias al crédito fiscal estadounidense de 7.500 dólares para vehículos eléctricos, pero dicho beneficio expiró el 30 de septiembre, y la empresa busca mantener el ritmo de entregas sin ese impulso.

Sin embargo, algunos analistas advierten que estas versiones podrían canibalizar las ventas de los modelos más caros, reduciendo el margen de beneficio sin atraer suficientes nuevos clientes. “Es una palanca de precios, no un catalizador de producto”, opinó Shay Boloor, estratega de Futurum Equities.

Otros creen que la jugada es inevitable si Tesla quiere frenar el avance de fabricantes chinos como BYD, que ofrecen coches eléctricos por menos de 25.000 dólares. “A largo plazo, esto no resuelve el problema”, dijo Shawn Campbell, de Camelthorn Investments. “Tesla necesita un modelo de menos de 30.000 dólares si realmente quiere competir globalmente”.


Un intento por recuperar tracción en un mercado saturado

Tesla enfrenta una creciente presión en Europa y China, donde la competencia en precios y prestaciones se ha intensificado. En el Viejo Continente, los nuevos modelos deberán rivalizar con más de una docena de eléctricos e híbridos enchufables por debajo de los 30.000 euros, incluyendo opciones de Hyundai, Kia, Peugeot y Dacia.

Además, las opiniones políticas y declaraciones públicas de Musk han dañado la imagen de la marca en ciertos mercados europeos, donde el público percibe a Tesla como un producto menos alineado con los valores medioambientales y sociales de sus consumidores.

Aun así, las versiones Standard podrían permitir a la compañía mantener volumen de ventas en un contexto económico de alto coste de vida y menor capacidad de gasto. “El deseo de comprar el coche es muy alto. Simplemente, la gente no tiene suficiente dinero en la cuenta bancaria para hacerlo”, admitió el propio Musk en julio.


Lo que se gana y lo que se pierde

Los nuevos modelos ofrecen 516 km (321 millas) de autonomía y aceleraciones más moderadas que las versiones Performance o Long Range. Tesla ha reducido el tamaño de las baterías y ha recortado características como el Autosteer (sistema de asistencia al conductor), las pantallas traseras o la calefacción en los asientos traseros. También desaparecen detalles de diseño como la barra LED delantera del Model Y.

En su lugar, los vehículos incorporan elementos más sencillos: espejos de ajuste manual, asientos de tela y la opción de cuero vegano en el Model 3.

Las entregas están programadas para diciembre de 2025 y enero de 2026, según el sitio web de Tesla, y las reservas ya están abiertas.


Musk entre la IA y la rentabilidad

Aunque Elon Musk ha desviado gran parte de la atención de la compañía hacia la inteligencia artificial, los robotaxis y los robots humanoides, los nuevos Model Y y Model 3 “asequibles” representan la principal apuesta a corto plazo para sostener los ingresos.

“Para el mercado, esto es como si Tesla se quitara el jersey de cuello alto de Steve Jobs y se pusiera una sudadera con capucha de Walmart”, ironizó Michael Ashley Schulman, director de inversiones de Running Point. “Ya no se trata del innovador rebelde que marcaba el ritmo, sino del gigante que intenta adaptarse a la competencia”.

El movimiento muestra la transición de Tesla de empresa disruptiva a actor consolidado, obligado a ajustar su estrategia ante un mercado eléctrico cada vez más competitivo y maduro.


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