El gigante chino de videojuegos y redes sociales prepara una emisión de tres tramos. La operación refleja un cambio hacia una estrategia financiera más prudente tras años de fuerte inversión.

Tencent Holdings planea captar el equivalente a 1.000 millones de dólares mediante una operación de bonos dim sum —bonos offshore en yuanes emitidos fuera de China continental—, según personas familiarizadas con la transacción. La compañía estructurará la emisión en tres plazos: cinco, diez y treinta años, con un rango inicial de rentabilidad situado en torno al 2,6%, 3% y 3,6% respectivamente.

El movimiento busca atraer a inversores internacionales, aunque con exclusión de Estados Unidos, y marca un paso relevante en la estrategia de financiación de Tencent. Con sede en Shenzhen, el grupo se ha consolidado como líder en videojuegos, redes sociales y servicios digitales, y recientemente ha intensificado sus esfuerzos en inteligencia artificial.

No obstante, su ritmo de gasto se ha moderado. Tras invertir 36.600 millones de yuanes (unos 5.140 millones de dólares) en el cuarto trimestre de 2024, y 27.500 millones en el primer trimestre de este año, la cifra cayó a 19.100 millones en el segundo trimestre. En agosto, la compañía comunicó a los analistas que adoptará un enfoque más mesurado, orientado a la monetización sostenible y al principio de “gastar inteligentemente”.

El contexto competitivo también influye en esta decisión. Su rival Alibaba recaudó recientemente 3.200 millones de dólares mediante un bono convertible con cupón cero, destinado a reforzar su expansión internacional y a impulsar su infraestructura de computación en la nube. El plan incluye dedicar alrededor del 80% de esos fondos a la construcción de nuevos centros de datos, a la actualización tecnológica y a la mejora de servicios para responder al crecimiento de la demanda.

Para Tencent, la emisión de bonos dim sum no solo diversifica sus fuentes de financiación, sino que también refuerza la confianza del mercado en un momento en el que las grandes tecnológicas chinas ajustan su estrategia para equilibrar innovación, inversión y sostenibilidad financiera.